Ante el inminente lanzamiento de la oferta a los bonistas que quedaron afuera del canje de deuda de 2005, los acreedores estadounidenses, en la voz de uno de sus representantes, Robert Raben, advirtieron que rechazarán la propuesta si las condiciones son menos favorables que en la primera oportunidad. “Privilegiar unos inversores en detrimento de otros minará la posibilidad de Argentina de ser reconocida como miembro responsable de la comunidad financiera internacional”, dijo Raben, quien es director ejecutivo del Grupo Estadounidense-Argentino y ex subsecretario de Justicia de EE.UU. Busca hacer lobby para que la oferta incluya una quita menor a la que se supone que hará el Gobierno, que superaría el 66 por ciento. Además, aseguró que las demandas contra la Argentina “pueden seguir firmes”. En el terreno del financiamiento local, el Gobierno colocó 700 millones de pesos a través de la suscripción de una letra del Tesoro por parte del PAMI y la ampliación en 125 millones de dólares del Bonar 10. La emisión de deuda en 2009 llega a 65 mil millones de pesos.