“El tipo de cambio sigue siendo competitivo y no está retrasado”, asegura Roberto Feletti, quien cuestiona los reclamos devaluatorios de algunos sectores empresarios “que se quejan por los elevados costos laborales”. En su oficina del Congreso, el diputado del FpV consideró que la actual política cambiaria “genera tensiones” y enfatizó que su preservación es una “decisión política” del Gobierno. El ex viceministro de Economía afirmó a Página/12 que “el tipo de cambio promedio de 5,10 para 2013 que figura en el proyecto de Presupuesto es consistente con el nivel de exportaciones, permite preservar el poder adquisitivo y evitar una avalancha de importaciones. El Gobierno apuesta a que la competitividad no dependa sólo del tipo de cambio. Podríamos tener un tipo de cambio más alto y salarios más bajos. Nosotros exportamos industria sin salarios bajos. Ese escenario es difícil de sostener, es una decisión política”. Según consideró Feletti, “la búsqueda de competitividad debe recurrir a otros factores como la energía, la logística, el transporte”.

–La restricción externa para un país como Argentina está latente e incluso más cuando se decide autofinanciar el crecimiento. Es lógico que sosteniendo el consumo, la inclusión, la inversión y el crecimiento surjan tensiones en el sector externo. La cuestión es cómo las resolvés y quiénes se benefician en ese proceso. Una devaluación abrupta no hubiera mejorado la competitividad porque la exportación de autos a Brasil depende de la capacidad de compra de los brasileños y las ventas externas de soja del precio internacional. En cambio, se observaría una abrupta caída de las importaciones y un ajuste en el consumo de los trabajadores. El Gobierno no tomó ese rumbo ni recurrió al endeudamiento externo.