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–¿Cuándo va a empezar la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic?

–Firmamos el contrato comercial y ahora estamos negociando el contrato de financiamiento. Seguramente la semana que viene (la actual) habrá una misión a China junto al Ministerio de Economía. Esperamos firmar el contrato financiero en el corto plazo para poder avanzar con las obras.

–¿Los chinos son reacios a poner la plata?

–No son reacios. Son 5000 millones de dólares. Son negociaciones que llevan su tiempo. Más allá de la oferta de la empresa Gezhouba, está Sinosure, que es la que asegura el crédito, y el club de bancos chinos de financiamiento. Parecía que iba a ser un banco, pero ahora seguramente va a ser más de uno porque el monto es importante.

–¿Cuándo va a empezar a funcionar Atucha II?

–La última semana de mayo está previsto que el núcleo entre en criticidad y a partir de ahí comenzaría la generación eléctrica. Se van a ir incorporando los 760 megas (Mw) al sistema en un plazo de cinco meses.

–¿En qué situación se encuentran las negociaciones para la construcción de una cuarta y una quinta central nuclear?

–La puesta en marcha de Atucha II es la máxima prioridad del sector y después ya tenemos que ir avanzando con la cuarta y la quinta central. Nosotros queremos que la cuarta central tenga tecnología Candú, que manejamos prácticamente en un ciento por ciento, y para la quinta ya tenemos que ir pensando en un reactor de 1000 megas con uranio enriquecido. Ya hay cinco preclasificados y tendremos que elegir el mejor, el de mayor excelencia técnica, pero también el que garantice mayor transferencia de tecnología y conocimiento. La idea nuestra es comprar para crecer en conocimiento y en desarrollo.

–¿Cómo se va a instrumentar?

–El proceso está lanzado por licitación. De todas maneras, hemos tenido ofertas tanto de Rusia como de China para avanzar en un proceso de acuerdo Estado-Estado, que teóricamente podría mejorar los costos. Pero tenemos que aferrarnos claramente a los procesos de contratación del Estado. Es una etapa que se avecina. No hay que demorar los procesos, pero hay que darles el tiempo de maduración necesaria. Hay que escuchar a todos los actores del sector nuclear y merituar también las condiciones de financiamiento.

–En el sector hay temor de que si no se resuelve avanzar con la construcción de las nuevas centrales este año, sea difícil hacerlo el próximo porque es un año electoral.

–El mayor temor no tiene que ser el año electoral, sino lo que puede pasar después de las elecciones. Deberían estar más preocupados por preguntarles a los candidatos qué van a hacer con el sector, en vez de apurarnos a no-sotros para tomar decisiones que puedan ser equivocadas.