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Mientras los acreedores privados de la Argentina se juntan para sumar fuerzas en la dura negociación que se viene por la reestructuración de la deuda, un prestigioso intelectual belga recomendó que el gobierno argentino considere nula la deuda contraída en la etapa de la dictadura, tomando la doctrina de la “deuda odiosa” planteada por Estados Unidos en el caso de Irak. La Asociación Italiana para la Tutela de los Inversores en Títulos Argentinos (TFA) y la entidad germana ABRA (Argentine Bond Restructuring Agency), conformaron ayer en Roma una organización conjunta que negociará con el gobierno argentino la deuda en “default”. La nueva asociación se denomina IGOR (International Group of Rome) y representa un capital en bonos argentinos por 21.650 millones de dólares. En tanto, Eric Toussaint, del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, dijo ayer que el gobierno argentino “podría adoptar la posición de repudiar la deuda ante acreedores privados bilaterales o multilaterales, iniciando su investigación para reconocer la deuda legítima y negociar su pago”. El investigador y miembro del Consejo Internacional del Foro Social Mundial señaló que “la doctrina de la deuda odiosa se aplica a la Argentina, porque una deuda contratada por un régimen despótico para fines no legítimos la hace nula”.