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El deseo de endeudamiento se mantiene intacto con el transcurso de los años. Cada vez son más los empresarios que consideran el camino hacia los organismos internacionales de crédito como uno de los principales factores para aumentar la competitividad. Según una encuesta de la consultora D’Ale-ssio Irol, el 46 por ciento de los directivos de empresas relevados está a favor de un acuerdo con organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, frente a un 14 por ciento que había elegido esa opción hace sólo cuatro meses (junio). El cambio de visión en tan breve tiempo coincide con la campaña que instalaron los fondos buitre, que amenaza con mantener cerradas las fuentes de financiamiento para el sector privado si no se accede a sus requerimientos.

La tradicional encuesta sentencia que se está en un momento de inflexión a partir de la “crisis de la deuda”, que supuestamente oscurece las expectativas para el próximo semestre. La encuesta cuenta con un índice de percepción empresaria que va de cero a cien, donde cien representa estar mucho mejor y cero, mucho peor, en tanto que 50 significa igual. En los últimos diez años, pese al fuerte crecimiento de la actividad, el índice nunca superó el nivel 55, mientras que en el lockout granario (2008) y en la actualidad se ubica en torno de 30. El pesimismo empresario se refleja también en una caída en las proyecciones de ventas internas y, en menor medida, en inversión y en exportaciones.

“Pese a la retracción de las ventas, aún siete de cada diez empresas se encuentran operando por encima del 70 por ciento de su capacidad. Quienes están por encima del 85 por ciento son mayoritariamente las industrias”, detalla el documento presentado por la consultora. Empresarios consultados por este diario se quejaron de la falta de rigurosidad de estos sondeos. La encuesta integró dos ítem sugeridos como promotores de la inversión que no estaban –por razones obvias– contempladas antes para su cotejo: la renegociación con los acreedores externos y la “revisión” de la Ley de Abastecimiento. La primera recibió 27 por ciento de los votos y la segunda, 21 por ciento.

La falta de dólares para pagar importaciones es la principal limitante en la que coinciden los empresarios consultados. “Las empresas continuarán apostando a las mismas estrategias aplicadas este año: abaratar costos o revisar los procesos de producción. Pese a las quejas por costos, en especial los laborales y los controles oficiales de precios, la encuesta reconoce que el 20 por ciento de las empresas relevadas aumentó el precio de sus productos o servicios por encima del incremento de la mano de obra. El 7 por ciento de los directivos de empresas relevadas en la encuesta remarcó en 10 puntos o más que el costo salarial, y 13 por ciento lo hizo entre 5 y 9 puntos por encima.