El empresariado que asistió al foro económico sirvió de amplificador para las ideas que ha desplegado el macrismo en estos meses. Página/12 conversó con unos veinte empresarios que se mantuvieron lejos de los flashes y en general presentaron buena sintonía con la ideología del Gobierno, aunque mantienen dudas sobre la sostenibilidad política del programa oficial y admiten que la situación económica es peor que la del año pasado. Hay especial interés de las empresas del exterior en proveer bienes de capital importados para los proyectos de infraestructura que promete el Gobierno y también les llama la atención el sector agropecuario y minero. Las empresas nacionales tuvieron presencia muy limitada y las pymes, nula. A nivel sectorial estuvieron muy poco representadas las firmas que hacen negocios en el mercado interno, que dependen del nivel de consumo, o sea, del salario y el empleo.

El recorte de empresarios no es casualidad sino que refleja el patrón de acumulación que propone el macrismo, impulsado por la inversión extranjera enfocada en el sector de infraestructura y el financiero, y en la exportación del agro y la minería. La situación caótica de Brasil también fue un factor que mejoró la atención de los inversores en la Argentina. El empresariado local estuvo representado por los grandes conglomerados que financiaron el evento con su publicidad (ver apostillas) aunque por lo bajo se quejaron de haber quedado relegados en las ubicaciones otorgadas en el Teatro Colón durante la gala del lunes y en los paneles del evento.

Carlos Saint James, de la empresa de energía renovable Sinclair (Estados Unidos), de larga presencia en el país, elogió ante este diario la decisión del Gobierno de quitar subsidios a la energía aunque advirtió que “no han facilitado el intercambio de reuniones de compra-venta. Todos estamos acá dando vueltas y no sé quién es quién. Así no es posible cerrar negocios”. El testimonio es significativo porque da cuenta de que el foro fue una apuesta básicamente política que el Gobierno promociona como la venta de la “marca país”. En esa línea, José Urtubey, de la UIA, dijo a este diario que “esto es un disparador, un punto de partida, pero si no se complementa con políticas públicas, no sirve de nada”. Con pedido de respetar el “off the record”, un empresario argentino que trabaja en Brasil consideró que “esto es una cuestión de imagen que no tiene nada que ver con la inversión. Todos siguen pensando en cómo hacer plata en el corto plazo”.

Alexander Brennan conformó recientemente la firma británica Brennan & Partners, que inicia ahora gestiones en la región. “Como dijo Macri en su discurso: las reglas de juego han cambiado. El país está en un período de transición. Son medidas necesarias pero dolorosas. Es un dolor ahora pero será una ganancia después”, dijo en línea con el libreto de Cambiemos.

Una incógnita relevante es el impacto real de las inversiones sobre el empleo, que se minimiza ante los proyectos que suponen la llegada de equipos importados. “Tenemos una oficina con cinco personas, con fábricas en Europa y Estados Unidos. La idea es acceder a un proyecto de infraestructura y vender los productos”, explicó a este diario Jens Huren, de la firma alemana MAN. “El mercado argentino está mal pero hay una esperanza”, agregó. “Faltó un foro laboral para analizar el impacto en el empleo. Nosotros estamos en contacto con los empresarios nacionales pero seguimos invadidos por la coyuntura. Las inversiones sólo se focalizan en infraestructura, energía y telecomunicaciones”, dijo a este diario José Ignacio De Mendiguren, diputado del Frente Renovador y dirigente de la UIA. También del arco empresario local asistió Adelmo Gabbi, quien consideró que “los capitales que llegan para las grandes van a derramar para las pymes”.

El empresario Marcelo Bomrad asistió al evento a raíz de una nueva empresa farmacéutica, cuyos estudios de prefactibilidad comenzaron a mediados del año pasado. La firma todavía no está habilitada. En cambio, Tim es el representante local de una empresa inglesa de agricultura de larga trayectoria en el país. “Con la Ley de Tierras no pudimos seguir avanzando en la compra de campos. La alternativa es vender o invertir más en la cadena de valor. La dirección del Gobierno seguramente es buena, pero hay que ver los paros y la pregunta que se hacen afuera es si el Gobierno tiene el poder político para pasar por este período bastante complicado. La gente afuera es más optimista que los argentinos. Ustedes van a tener seis meses más bastante complicados”, dijo el empresario inglés. Una pregunta similar sobre la trayectoria política del Gobierno tiene Diego Oyharbide, de la empresa Nomura Research Institute, quie trabaja con el Estado japonés. “Los bancos japoneses están muy interesados en los proyectos de energía”, agregó. A su vez, un grupo de empresarios peruanos se mostraron interesados en invertir en la infraestructura portuaria y elogiaron la decisión de Macri de eliminar los controles de capitales.