El ministro de Energía, Juan José Aranguren, aseguró que vendió sus acciones en Shell internacional, tras la recomendación que le hizo la secretaria de Lucha contra la Corrupción, Laura Alonso. Mauricio Macri lo felicitó por “el gesto”. No obstante, el Presidente también lo excusó de actuar en todas las cuestiones vinculadas a esa empresa, que serán derivadas al ministro de Producción, Francisco Cabrera, para que ponga el gancho. De esta forma, sostuvo Alonso, “quedan despejadas todo tipo de sospechas”. En cambio, desde la oposición consideraron que es una medida tardía y que seguirá la causa abierta por la compra de gas a Chile. Desde el Gobierno, no informaron a qué precio vendió las acciones, ni mostraron ningún documento que pruebe la operación.

Macri fue el primero en comunicar la decisión del ministro de vender sus acciones en Shell, por lo que había sido denunciado judicialmente por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública. Ante algunos periodistas, en el Foro de Inversiones y Negocios (conocido como “mini Davos”), Macri hizo el anuncio: “Tengo una primicia para ustedes, Aranguren vendió las acciones”. “A veces las formas también cuentan y son importantes, y valoro el gesto de Aranguren”, indicó el Presidente sobre la decisión del ministro de vender las acciones de Shell luego de meses de cuestionamientos por ese tema. Otros funcionarios, como Alfonso Prat-Gay o Rogelio Frigerio, se desprendieron de empresas con las que podían llegar a tener conflicto de intereses cuando ingresaron al gobierno nacional. Por caso, el ministro del Interior vendió sus acciones en la consultora Economía y Finanzas el 7 de enero de este año. Prat-Gay, en tanto, se desvinculó de su consultora APL Economía al igual que su viceministro Pedro Lacoste. De hecho, la consultora quedó cerrada hasta nuevo aviso.

La Secretaría de Lucha Anticorrupción había emitido un dictamen esta semana donde había determinado que no existía incompatibilidad legal para que Aranguren conservara esas acciones. No obstante, le había recomendado venderlas por una cuestión de ética y decoro. Ayer el Presidente defendió esa misma idea: “La actividad de Shell Argentina a nivel global es irrelevante, nada de lo que haga la Argentina cambiaría el precio de las acciones de Shell”, sostuvo. “Pero igualmente tuvo el gesto y se desprendió de las acciones, porque él, al igual que nosotros, está jugado por la Argentina, para que les vaya mejor sobre todo a los que menos tienen”, aseguró Macri.

Excusado

Sin embargo, y en una medida que podría parecer contradictoria, el Presidente dispuso por decreto que Aranguren no intervenga más en las decisiones que involucren a Shell. La disposición, publicada ayer en el Boletín Oficial, indicó que “todas las actuaciones que estén particularmente relacionadas con la empresa Shell Compañía Argentina de Petróleo SA y/o con las empresas vinculadas a ésta” serán derivadas a Cabrera, aunque no queda claro cómo se tratarán las decisiones de Aranguren que afecten a todo el sector, incluida Shell.

El ministro advirtió luego que la excusación fue a pedido suyo. “Le pedí al Presidente que me excuse de intervenir en temas particulares de Shell y que lo delegue en otros ministros. Cuando haya algún tipo de decisión que afecte a la compañía que en los últimos años me empleó, esa responsabilidad la va a tomar el ministro Cabrera”, indicó. El dictamen de la Secretaría de Lucha contra la Corrupción también sugería esto.

Más tarde, el Ministerio de Energía emitió un comunicado que dio algunos detalles más sobre la venta de las acciones. “Ha concretado la venta de la totalidad de las acciones de la empresa Royal Dutch Shell Plc. de las que era titular, en los mercados bursátiles en las que cotizan. La operación, realizada en forma electrónica y en presencia de un escribano público para su constatación, se concretó de acuerdo con la recomendación efectuada por la Oficina Anticorrupción en su resolución del 9 de septiembre, no obstante la ausencia de una incompatibilidad legal con el ejercicio del cargo y de una obligación legal de transferir dichas acciones”, dice el comunicado.

Sin documentos

Página/12 pidió acceder al acta del escribano, pero ayer –según informaron– no se encontraba disponible para la prensa. De esta forma, el Gobierno no proporcionó ninguna prueba documental de la venta. Cerca de Aranguren, señalaron que la operación se hizo por un sistema electrónico, aunque no pudieron precisar el precio al que las vendió. En su declaración jurada consta que tenían un valor de 16 millones 326 mil pesos. Las tenía desde diciembre de 2008.

“Que todos los días se hable de eso en los medios no lo veo como una presión, sino como una intromisión en el libre albedrío que todos tenemos. Pero la decisión que tomé fue en libertad, sin ningún tipo de presión”, aseguró Aranguren. “Muchas veces hay que dar señales más claras de lo que significa esa ausencia de conflicto de intereses y, como estuve doce años liderando una compañía en el sector privado, traté siempre de privilegiar lo correcto por sobre lo conveniente y acá he hecho lo mismo”, indicó el ministro cuando salía del Centro Cultural Kirchner. “Sigo cumpliendo con mis funciones. Antes cuando tenía acciones de la compañía y ahora que no las tengo. Lo que hice anoche al venderlas al mercado electrónico y constatarlo con un escribano para que se remita a quien lo solicite”, indicó.

La secretaria de Lucha contra la Corrupción celebró la decisión y se apresuró a dar por concluida la polémica. En la oposición, en tanto, cuestionaron la decisión por tardía, dado que Aranguren lleva nueve meses en el cargo. Entre los que denunciaron judicialmente al ministro por la posesión de las acciones y por la compra de gas a Chile –con la que habría beneficiado a Shell– indicaron que ya es demasiado tarde.