Las FARC reconocieron que las muertes de sus jefes Raúl Reyes e Iván Ríos afectaron a la guerrilla. Uno murió a principios de marzo, luego de que el ejército colombiano bombardeara sin autorización un campamento de las FARC en Ecuador, y el otro al ser asesinado por un subalterno. “Ha sido un golpe muy duro y nos ha estremecido hasta el alma. Se trataba de dos comandantes muy valiosos”, dijo Iván Márquez, un jefe de la insurgencia, a la Agencia Bolivariana de Prensa. El líder rebelde lamentó que las FARC hayan perdido a su interlocutor para negociar la libertad de Ingrid Betancourt, a quien la guerrilla tiene como rehén. “Duele que Raúl haya caído cuando buscaba caminos para el canje humanitario, al que consideraba peldaño en dirección a la paz con justicia social”, señaló. “El designado por el Secretariado de las FARC para hablar con el gobierno francés era el comandante Raúl Reyes, pero como todos saben fue abatido en un ataque militar de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos en territorio ecuatoriano, violando la soberanía de ese país y la ley internacional”, recordó.