El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, anunció el ingreso de su país al Consejo de Defensa Sudamericano. El mandatario, que hasta ayer rechazaba la iniciativa, hizo el anuncio durante la visita a Bogotá de su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, principal impulsor del organismo. Durante el encuentro ambos presidentes cerraron acuerdos de cooperación en defensa, comercio, biocombustibles y medio ambiente. Hoy se sumará a la minicumbre el presidente peruano Alan García, para conmemorar juntos el aniversario de la independencia colombiana.

“La decisión que comunica Colombia hoy es ingresar al Consejo de Seguridad de Sudamérica”, dijo Uribe en una conferencia de prensa conjunta con Lula, en la hacienda presidencial de Hatogrande. Las palabras del mandatario marcaron un giro de timón en la posición colombiana. La creación del Consejo había sido propuesta por Brasil, en la cumbre de la Unasur de mayo, en Brasilia. En esa ocasión Uribe rechazó el proyecto tras alegar que no era un momento oportuno y que su Gobierno estaba concentrado en la lucha contra el terrorismo. Según explicó entonces, Colombia consideraba que esas funciones debía realizarlas la OEA. Para cambiar la opinión de Uribe, Lula habría llegado a Bogotá con la propuesta de darle su “apoyo irrestricto” en la lucha contra las FARC, según publicó el viernes el diario Folha do São Paulo.

Para aceptar la iniciativa, el principal aliado de Estados Unidos en la región puso algunas condiciones, aprobadas por el brasileño y la mandataria chilena Michelle Bachelet, actual presidenta de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). Entre esos puntos Uribe mencionó que las decisiones del Consejo deben ser por consenso, y que tiene que reconocerse solamente a las fuerzas institucionales consagradas por la Constitución de cada uno de los países firmantes. “En la declaración de principios o en la carta estatutaria del Consejo debe haber un rechazo total a grupos violentos, cualquiera sea su origen”, agregó, en una clara alusión a las guerrillas de su país.

Antes de hacer el anuncio, Uribe y Lula tuvieron una reunión en la que firmaron nueve acuerdos de cooperación, incluido uno de defensa que prevé vigilancia compartida en los 1500 kilómetros de la frontera amazónica. Según había adelantado el flamante canciler colombiano, Jaime Bermúdez, el acuerdo contempla la “cooperación en el combate del tráfico de armas, municiones y explosivos” y el “intercambio permanente de información de inteligencia, que incluye áreas de ciencia y tecnología”.

Además de la defensa conjunta, los presidentes avanzaron en el campo de los biocombustibles. “Nuestros países poseen gran potencial en ese campo y pueden mostrarle al mundo con ejemplos prácticos las numerosas ventajas de esos combustibles limpios y renovables”, había dicho Lula antes del encuentro. Brasil y Colombia son, en ese orden, los principales productores de biocombustibles en América latina.

Otro de los temas abordados fue el del comercio bilateral. Uribe pidió a Lula incrementar la inversión en su país. “Estamos muy agradecidos con las inversiones brasileñas en Colombia, que son bien importantes. Nuestro pueblo las ha recibido con alborozo. Pero las tomamos apenas como el principio. Necesitamos muchísimas más”, afirmó el mandatario. Por su parte, Lula resaltó el incremento de los negocios con Bogotá, y se refirió en particular a la financiación de un tren carbonífero y la participación de la estatal Empresa Colombiana de Petróleos en proyectos de exploración en Brasil.

Pese al crecimiento sostenido de las relaciones económicas, los dos gobernantes coincidieron en la necesidad de equilibrar el flujo comercial. Mientras que las ventas de Colombia hacia Brasil alcanzaron los 429 millones de dólares el año pasado, en sentido inverso el monto llega a los 2250 millones de dólares. Los tres presidentes participarán hoy de los festejos por el 198 aniversario de la independencia colombiana, en la ciudad amazónica de Leticia.