EL PAíS › LOS DIRIGENTES DEL ARCO OPOSITOR ANALIZAN EL EFECTO CLETO

Entre la seducción y la desconfianza

La Coalición Cívica, el PRO, el peronismo disidente y el radicalismo, ante la emergencia del vicepresidente en el escenario político. Macri se inclina por hacerle guiños, Carrió le desconfía y ya comenzó a tomar distancia y a criticarlo. Duhalde coquetea y lo quiere al frente de la UCR, donde las fichas para repatriarlo están divididas.

 Por Werner Pertot

¿Julio Cobos dará un salto a la oposición? Algunos opositores lo desean, otros esperan que no. En la Coalición Cívica existe cierta preocupación de que el vicepresidente les haga sombra en las próximas elecciones, que esperan ganar. Se terminaron los elogios y comenzaron a sembrar dudas sobre el mendocino. La líder de la CC, Elisa Carrió, advirtió que no estaba segura de si “el voto de Cobos fue por conciencia o por conveniencia”. En cambio, Eduardo Duhalde y Mauricio Macri esperan ansiosos que los Kirchner lo expulsen del armado oficialista. Los radicales, por su parte, saldrán a la caza de diputados, senadores y gobernadores radicales-que-ya-no-se-sientan-tan-K.

En la CC evalúan que la derrota del Gobierno en el Senado y el desgaste que viene sufriendo estos últimos tres meses los deja en una posición inmejorable para las elecciones legislativas de 2009. Sin embargo, la aparición de la figura de Cobos como un posible competidor ya los puso en guardia. “No sé si el voto de Cobos fue por conciencia”, sugirió Carrió hace pocos días. Tras haber dicho en medio del festejo ruralista en Palermo Soha que “Dios obró a través de Cobos”, Lilita se enmendó y recordó que “Dios se sirve de todos, también votó Menem”. Luego sumó dudas sobre si el voto de Cobos “fue por conciencia o por conveniencia”. Y ayer directamente dijo que fue por conveniencia. “Todo se va a saber en dos meses: cuáles fueron las ambiciones, las especulaciones”, vaticinó. También auguró que si Cobos no recompone su relación con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “va a haber un segundo semestre complicado”.

Al ex intendente Luis Juez también le resulta intragable un salto de Cobos a la oposición. “Lo convertiría en un pelele”, le asestó. “Tomó una decisión de manual y tardó 34 minutos para comunicarla. ¿Te lo imaginás liderando la oposición?”, preguntó Luis Juez a PáginaI12. “En vez de decir que lo hacía por el pueblo, le pedía perdón a la Presidenta como si fuera un marido infiel”, afirmó, con su habitual humor filoso. “Ahora tiene que quedarse en el Gobierno y hacer equilibrio entre la soberbia de Cristina y la petulancia de Néstor”, le recomendó.

En el socialismo, la evaluación es similar. “Si el kirchnerismo reacciona como un chico caprichoso con Cobos, van a tener problemas. Ahora, de ahí a que Cobos se convierta en una persona preponderante hay un largo trecho”, estimó el titular del PS Capital, Roy Cortina. “Lo que ocurrió fue el precio que paga el kirchnerismo por hacer frentes rompiendo otros partidos. El resultado es una persona inestable como vicepresidente”, advirtió el diputado. Cobos no viene cosechando elogios filas adentro del socialismo. “Las apariciones fulgurantes siempre nos traen dudas”, dicen.

Los lilitos esperan que Cobos no logre volver a la UCR, con la que buscan una alianza. Y definitivamente no se imaginan una fórmula Carrió-Cobos. “Mmmm, como vice, no es confiable. Imaginate: llevamos el ingreso universal para la niñez, pasa Diputados, llega al Senado, se nos complica la votación y nos dice: ‘Mi corazón dice otra cosa’”, bromeaban en el bloque de Diputados. “No es serio que una persona pase del oficialismo a la oposición por un solo hecho”, remarcó una dirigente cercana a Carrió, aunque a la vez evaluaba que es casi imposible que continúe en el oficialismo. “Los Kirchner van a cerrar filas para matarlo”, auguró. En cambio, sostenía que el mendocino armará un espacio con Duhalde y con otros peronistas disidentes como el gobernador cordobés Juan Schiaretti o el ex mandatario entrerriano Jorge Busti.

Duhalde, Cobos y PRO

“Carrió ve demasiados fantasmas. Si tuviera más poder, se parecería a Cristina”, le devolvieron en el entorno de Duhalde. El ex presidente le envió una carta a Cobos en la que lo felicitó, pero también lo invitó a ponerse al frente de la UCR. “Ha quedado en una muy buena posición y a los radicales les conviene recuperarlo. Hecho esto, los radicales que no tienen nada que ver con el Gobierno podrían armar un espacio con el peronismo disidente”, proyectaba con un tiralíneas un dirigente duhaldista.

En PRO, también intentaron diferenciarse del rechazo de la CC a que les surja un competidor. “Algunos parecen tener problemas con la aparición de otra figura opositora. Nosotros pensamos que enriquece el espectro político”, señaló el jefe del bloque PRO, Federico Pinedo. “Cobos es un hombre de diálogo. Si el oficialismo lo expulsa, somos un interlocutor, sin dudas”, se anotó. Macri, por su parte, fue uno de los primeros en llamar para felicitarlo por su voto en contra del proyecto oficialista.

Los asesores del jefe de Gobierno porteño reaccionaron como suelen hacerlo siempre que surge una nueva figura: pidieron encuestas. Hasta ahora, las mediciones les dan un apoyo al voto de Cobos del 73 por ciento. “Y una imagen positiva de 114 por ciento”, bromeaba un legislador macrista. Si la pregunta es si puede haber un Macri-Cobos, ya las cosas cambian: “¿Cuánto puede durar hasta que nos vote en contra?”, se preguntaban.

Interna forever

Los radicales, en tanto, encontraron en Cobos un nuevo motivo para la interna. Están divididos entre los que piensan que habría que permitirle cumplir su anhelo de volver a la UCR a Cobos y quienes señalan que no tiene retorno. “El radicalismo es un partido de oposición y él forma parte de la fórmula del oficialismo”, razonan unos. “Si quiere volver, hay que abrirle la puerta para que vuelva. Si algún reproche había que hacerle se borra con esta defensa de las instituciones. Esto lo revalorizó”, decían otros, que lo invitaban a cruzar el Jordán purificador junto con su imagen positiva.

De todas formas, el principal objetivo de la UCR oficial es conseguir que vuelvan la mayor parte de radicales K, comenzando por los diputados y senadores y siguiendo –si es posible– por los gobernadores, tras la crisis que se desató en la Concertación plural. En eso trabajan por estos días los jefes de bloque Oscar Aguad y Daniel Katz. La consigna del Operativo Retorno es “hay que terminar con los radicales K y volver a los radicales sin letra”. En esa estrategia, Cobos puede esperar. “El radicalismo tiene que reformularse y para eso nos hacen falta todos los radicales”, señaló Aguad, quien aclaró que “Cobos tiene que cumplir la función institucional para la que ha sido elegido”. Habrá que ver si Cobos piensa seguir tocando la campanita.

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