Desde San Luis

Con la llegada de más de cuatro mil estudiantes de todo el país, la ciudad de San Luis se pobló de juventud universitaria. Organizados en sus agrupaciones, desembarcaron para renovar autoridades de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Un poco más de 900 delegados votarán para decidir de qué manera quedará conformada la nueva mesa ejecutiva de la federación. Tranquilidad para la Franja Morada, tensión y algunos enfrentamientos entre peronistas, la posibilidad de que surja un nuevo espacio independiente y las diferencias de la izquierda por su posicionamiento a favor o en contra de las entidades rurales, marcaban los tiempos del XXV Congreso de la FUA, que al cierre de esta edición continuaba con el proceso de acreditación.

Los dirigentes de Franja Morada, agrupación estudiantil del radicalismo que obtiene la presidencia de la federación desde el retorno de la democracia, se encontraban más nerviosos porque todo saliera como lo planearon que por obtener nuevamente la conducción de la FUA. “Por lejos tenemos más delegados que cualquier otra agrupación. Además nos sirvió que la situación interna del peronismo viene en caída”, aseguró un militante morado a PáginaI12. En su bunker, las representaciones de las federaciones que responden a ellos ya habían pasado por una gran noche de fiesta.

A pesar de la imprevisibilidad que suele acompañar los congresos de la FUA, salvo quien se quedará con la presidencia, todos los grupos políticos tenían más o menos definido de qué manera iban a jugar sus cartas. Sólo el peronismo mantenía la incógnita sobre su posible presentación de manera unificada. La Juventud Universitaria Peronista (JUP), con una base que nació al calor de los años ’90, y los sectores vinculados a la aparición del kirchnerismo no podían anoche acordar un espacio en común. Cada una de ellas consideraba que aún presentándose por separado les alcanzaban los votos para quedarse con la secretaría general de la federación, que hoy tiene el espacio kirchnerista no tradicional, pero que ganó hace dos años con los votos del espacio tradicional. Hasta trascendió que en la reunión de la mesa ejecutiva de la FUA que se reunió el viernes volaron algunas trompadas.

Para acceder al escaño de la tercera fuerza nacional, aparecen las organizaciones independientes que tenían entre cejas la conformación de un espacio común, como el que lograron en 2002, con la idea de que perdure más que los dos años que duró aquella experiencia. Pero se encontrarán con piedras en el camino, ya que se ven atravesados por la necesidad de los sectores peronistas, que intentarán cerrar con algunos de ellos en caso de que existan dos listas de la JP. Por ello, el Movimiento Universitario Sur aparecía tironeado por los peronistas aunque ellos son partidarios de “construir un frente independiente más amplio”, según explicó una dirigente mientras con los suyos contestaban los cantitos que un grupo de izquierda les dedicaba.

Bajo la consigna “independencia de la patronal del campo y del Gobierno”, el Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y agrupaciones de izquierda decidieron “acreditar los delegados pero no participar de la elección”.