Colombia anunció que cambió la estrategia. Desde el gobierno de Bogotá informaron que tras el fracaso de las negociaciones con las cúpulas de las Farc y el ELN, de acá en más buscarán la desmovilización de las guerrillas a partir de las estructuras regionales. “Creemos que es posible avanzar en negociaciones con bloques y frentes y ofrecerles una salida digna”, sostuvo el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo. En tanto, el ejército reportó la muerte en combate de Miller Sánchez, alias “Gabino”, jefe de una columna de las Farc.

El ejército anunció la muerte de Gabino en el departamento Arauca, cerca de la frontera con Venezuela. Se trata de un hombre de confianza de Germán Briceño, alias “Grannobles”, considerado uno de los comandantes más sanguinarios de las Farc y hermano del máximo jefe militar de la organización, Jorge Briceño, conocido como “Mono Jojoy”.

Según un comunicado militar, la operación en que murió Gabino tuvo lugar en una zona rural de Tame, “cuando (las Farc) pretendían adelantar acciones terroristas contra la población civil mediante la instalación de artefactos explosivos en forma indiscriminada”. El guerrillero abatido estaba acusado por la muerte de 16 personas en el municipio de Tame, el 31 de diciembre de 2004. El gobierno colombiano también lo acusaba de ser uno de los responsables del reclutamiento forzado de menores de edad.

En el combate murieron también Sergio Olarte, alias “Ariel”, y otros cuatro guerrilleros de las Farc, a quienes se les secuestraron armas de fuego y explosivos.

En una entrevista al diario El Colombiano, Restrepo aseguró que la decisión de aplicar la nueva estrategia se dio después de conocer que existe un distanciamiento entre las cúpulas y las bases guerrilleras. “Hay cansancio, eso lo hemos evidenciado, hay pérdida del sentido de lucha y por eso creemos que hay una situación madura para las desmovilizaciones colectivas. El reto es convencerlos de que también con ellos podemos pactar procesos dignos”, sostuvo. También aludió a problemas de comunicación entre la mayoría de los guerrilleros rasos y las cúpulas. “Sabemos que hay temor entre muchos de ellos y sus mandos; quieren dejar las armas, pero entre ellos no tienen la confianza para plantearlo y es hora de que lo hagan, que entiendan que el gobierno está dispuesto a brindarles las condiciones para esto”, sostuvo.

El funcionario explicó que el gobierno del presidente Alvaro Uribe de línea dura con la guerrilla ya entabló contactos con mandos y frentes de los grupos rebeldes. Restrepo recordó que hace una semana se desmovilizaron los últimos 36 guerrilleros del Ejército Revolucionario Guevarista (ERG), una disidencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en una zona selvática del departamento del Chocó. “Es indudable que la capacidad militar del ERG se disminuyó de manera significativa por la ofensiva militar. Pero también se les ofreció una negociación digna. Estamos interesados en enviar ese mensaje: que el gobierno sabe tender la mano.”