Un arma nueva se ha desarrollado en la guerra contra las enfermedades resistentes a las drogas y promete resultar más efectiva en el tratamiento de las enfermedades más reacias a la curación que van de las infecciones bacterianas a la tuberculosis y el cáncer. Los investigadores estadounidenses creen que han encontrado una forma de vencer la resistencia a la droga que se ve frecuentemente en pacientes con cáncer de ovario que han tomado la droga Taxol, un agente de quimioterapia que deviene menos efectivo con el tiempo. El gran adelanto podría tener implicaciones más amplias para muchas otras enfermedades en las que la resistencia a la droga es un problema, tales como cepas multirresistentes de estafilococos que provienen de infecciones adquiridas en el hospital.

El estudio se enfocó en una forma de aumentar los niveles de Taxol dentro de las células del cáncer de ovario, combatiendo el mecanismo natural de la célula de expulsar la droga de su membrana interna, que es una de las formas en que puede desarrollar la resistencia a la droga. “El Taxol funciona bien al principio –de 79 a 89 por ciento de los pacientes responden–, pero fracasa al final porque desarrolla resistencia a la droga”, dice Nelson Teng, un profesor de obstetricia y ginecología en Stanford University en California.

“Vencer la resistencia a Taxol es algo grande, inmenso”, añadió. “En esencia, la tecnología puede ser usada para vencer uno de los más desafiantes tipos de problemas de la resistencia a la droga. Esto podría ser utilizado potencialmente con cualquier droga que resulte efectiva, pero que genere un problema de rechazo, no solamente el Taxol.” La resistencia a Taxol se desarrolla porque las células cancerosas se hacen sensibles a la medicación. Eso sucede como resultado de una proliferación de “aparatos de bombeo” en la membrana celular, que normalmente eyecta material extraño de adentro de la célula, pero también mantiene bajos los niveles de Taxol. “Es como una especie de rechazo. Si uno no es reconocido como parte del club, entonces a uno lo echan”, añadió Paul Wender, un profesor de química en Stanford, que condujo el equipo de investigación.

Las células resistentes al Taxol producen muchos más “aparatos de bombeo” que las células no resistentes. Eso les permite proliferar en tal forma que el cáncer puede expandirse. Los científicos soslayaron el problema al darle a Taxol más poderes para penetrar la membrana celular. “Si pensamos que ‘el aparato de bombeo’ es un rechazo para el club celular, lo que efectivamente estamos haciendo es ocultar uno de esos agentes terapéuticos para que entre por la puerta de atrás o la lateral. No vamos a tratar con el rechazo”, dijo el profesor Wender.

El estudio, publicado en el diario Proceeding of the National Academy of Sciences, descubrió que al rodear a la molécula de Taxol con aminoácido de arginina que existe en el cuerpo se aumentaba la posibilidad de que la droga entrara y se mantuviera dentro de la célula. “La naturaleza ha desarrollado todo esto para poder meter elementos en las células, y una de las maneras es crear entidades que son ricas en arginina”, dijo el profesor Wender. “Las secuencias ricas en arginina figuran en el mecanismo por el cual muchos patógenos invaden células. Es un resultado estimulante para llevar a una droga conocida que funciona contra el cáncer, pero que termina frustrada por la resistencia de las células, y restaurarle su efectividad usando un transportador de arginina. Esto tiene buen futuro para el uso con otras drogas que sucumben a la resistencia.”

El Taxol rico en arginina fue probado en ratones a los que les fueron inyectadas células cancerosas de ovarios humanos. Se necesitan más pruebas antes que pueda ser testeado en humanos.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para PáginaI12.