Terminaron las primarias y se definieron los jugadores. El 26 de octubre se realizará la segunda vuelta de las elecciones municipales en Brasil, en las que los analistas ven un anticipo de la contienda presidencial de 2010. Pese a que los grandes ganadores del domingo fueron el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) –que consolidó su presencia en el territorio nacional– y los partidos aliados al gobierno, todas las miradas recaen en el ballottage de San Pablo. Detrás de los candidatos que se disputarán la alcaldía, la oficialista Marta Suplicy y el opositor Gilberto Kassab, se enfrentan el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el gobernador paulista, José Serra, considerado como el principal candidato opositor a presidencia.

Las elecciones del domingo fueron buenas para el gobierno. Los partidos aliados a Lula se anotaron 12 victorias de las 15 capitales estatales que se definieron en la primera vuelta. De éstas, el PT consiguió seis y disputará otras tres el 26 de octubre, incluido su bastión histórico, Porto Alegre. Por su parte, el principal aliado del PT, el centrista Partido de Movimiento Democrático (PMDB), ganó dos capitales y disputará otras seis de las que quedaron por definir: Río de Janeiro, Salvador, Belo Horizonte, Porto Alegre, Belem y Florianópolis.

Para muchos analistas, esos resultados son un índice de la alianza que Lula prepararía para su sucesión en 2010, ya que la ley no lo habilita a concurrir a un tercer mandato consecutivo. “En una proyección de las municipales para las presidenciales de 2010, el PMDB se presenta como un partido robusto para una candidatura junto con el PT”, dijo el consultor de Santa Fe Ideias, Carlos Lopes.

Aunque los brasileños votaron para alcalde en más de 5500 localidades, el meollo de las elecciones reside en el denominado G-79, el grupo formado por las 26 capitales de estado más las 53 ciudades de más de 200 mil habitantes. El grupo suma un universo de casi 47 millones de votantes, que representa más del 36 por ciento de la masa electoral y marca el paso político del país.

Pero el foco de atención está puesto en el segundo round de San Pablo, la principal ciudad del país, donde se espera una elección muy ajustada. Contra lo que preveían los sondeos previos, el domingo, el actual alcalde, el demócrata Gilberto Kassab, se impuso por menos de un punto sobre Marta Suplicy, ex alcaldesa y ex ministra de Turismo de Lula.

Sin embargo, la pelea de fondo será entre las dos figuras políticas que gravitan detrás los candidatos: el presidente Lula y el gobernador José Serra, a quien el mandatario venció en los comicios de 2002.

Pese a que no son correligionarios, durante la campaña Serra le dio su respaldo a Kassab. La mayoría de los analistas considera que si en la segunda vuelta el alcalde se impone nuevamente, el gobernador paulista saldría reforzado como la opción indiscutible de la centroderecha para competir con el PT en 2010. “Serra prácticamente tiene el boleto para presentarse como el gran candidato opositor para las elecciones de 2010, porque su figura superó a su partido con esa victoria de Kassab, que es el favorito para el ballottage”, sostuvo la cientista política Maria do Socorro Sousa Braga.

Del otro lado, Suplicy confía en que el presidente le transfiera algo del 80 por ciento de popularidad con el que cuenta a nivel nacional. “Mi mayor triunfo es el apoyo del presidente Lula”, sostuvo ayer, y destacó que con el jefe del Ejecutivo no son compañeros de ocasión sino de la vida, según informó el diario Folha de Sao Paolo.

Versiones de la prensa brasileña anticiparon ayer que Lula apoyará a Suplicy con mayor intensidad de la que mostró en la primera vuelta, etapa en la que sólo se mostró con ella en dos actos. Además, expertos coinciden en que la victoria de la candidata del PT la catapultaría a la carrera por la presidencia, en sustitución de Lula.