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El papel de las finanzas y el sistema bancario sigue provocando roces en el interior del oficialismo en Uruguay. Las propuestas del precandidato José “Pepe” Mujica de incrementar la regulación sobre el sistema financiero y convertir al Estado en un actor de peso desataron una fuerte discusión en el Frente Amplio (FA), situando en la vereda de enfrente a su principal rival en las internas, Danilo Astori, y al mandatario Tabaré Vázquez.

Mujica, líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), habló en un acto de campaña de la necesidad de un resurgimiento de los bancos estatales y de minimizar el accionar de la banca privada, todo ello en un país que ha hecho de su política liberal sobre el sistema bancario un sello distintivo en la arena internacional, garantizando una de las plazas financieras más desreguladas de América del Sur.

Por las dudas, Mujica se encargó de aclarar que no estaba promoviendo una nacionalización: “De ninguna manera. Nacionalizar significa pagar. No hay que pagar lo que teóricamente no vale nada. Acá lo que vale es la plaza (financiera)”, señaló. Y el precandidato agregó que su forma de gobernar es consultando con el pueblo. “Elegir un presidente no es elegir a un rey o a una voluntad suprema. No sirve de nada tener de presidente a un viejo engreído que cree que se las sabe todas y que trabaja a puertas cerradas.”

Inmediatamente, desde sus propias filas salieron a diferenciarse. Vázquez pidió “mucho cuidado” sobre el manejo de estos asuntos, lo que provocó una dura respuesta del ex tupamaro. “Yo no le doy pelota al presidente”, afirmó en una entrevista publicada ayer por el diario uruguayo Ultimas Noticias.

A su turno, Astori señaló que las propuestas de Mujica no contribuyen a la imagen de Uruguay en el exterior, ya que perjudican la posibilidad de atraer inversiones. “No comparto en absoluto este enfoque. Es una propuesta muy riesgosa para Uruguay, porque de alguna manera lastima un capital intangible, que es la confianza”, remarcó. El ex ministro de Economía aludió a su contrincante, aunque sin nombrarlo. “Nosotros no vamos a ir haciendo propuestas sorpresivas sobre los más diversos temas día a día. Tenemos que tener una conducta ordenada, sin inventar un tema y lanzarlo al debate público sin medir las consecuencias”, aclaró.

Sin embargo, sobre el final de su discurso, Astori buscó minimizar aquello que lo separa de Mujica. “No creo que representemos modelos diferentes; nuestras diferencias son más bien instrumentales, no de objetivos”, precisó.