No son días fáciles para Fernando Lugo. Ayer, el presidente de Paraguay tuvo que suspender un viaje a Washington previsto para este jueves, donde debía asistir a un seminario del Banco Mundial, después de que una segunda mujer le reclamara por la paternidad de uno de sus hijos, lo que generó una crisis política cuando su gobierno cumplió un año en el poder. “Por tener una agenda apretada, Lugo no podrá concurrir a su cita de Washington. Es más prudente que se quede acá”, precisó Augusto Dos Santos, vocero presidencial.

La escena local paraguaya forzó la presencia del mandatario. La denuncia de Benigna Leguizamón, la segunda mujer en reclamar la paternidad al jefe de Estado por uno de sus hijos, apuró los tiempos políticos del país sudamericano. Cuando el calendario marcó el lunes el aniversario del primer año de gobierno de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), la heterogénea alianza que llevó a Lugo al poder, el gobierno tenía todo previsto para servirse de esa fecha y darle un nuevo impulso a la gestión. Se barajaba la idea de anunciar ese mismo día una remodelación del gabinete, aunque un día antes el presidente había dicho que no habría movidas.

Sin embargo, ante la aparición de una segunda denunciante por filiación, Lugo cambió a cuatro ministros en lo que, según el diario paraguayo ABC, fue una jugada para debilitar la posición del vicepresidente Federico Franco, aclamado como virtual presidente por amplios sectores de militantes en ocasión del aniversario de la alianza.

“En estos nuevos integrantes del gabinete deposito mi más entera confianza en el desempeño fiel a las grandes aspiraciones de cambio con las que nos comprometimos hace un año”, señaló Lugo al momento de tomar juramento a sus nuevos colaboradores.

De los cuatro nuevos ministros, tres provienen del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el partido del vice Federico Franco, en reemplazo de otros tres liberales.

Pero no todos ellos le son afines al vice. Francisco Rivas, designado al frente de Industria y Comercio en reemplazo de Martín Heisecke, respondería, según el periódico guaraní, a Efraín Alegre, rival de Franco al interior del PLRA.

Los otros designados fueron Enzo Cardozo, senador liberal, al frente de Agricultura y Ganadería; Humberto Blasco, viceministro de Justicia, reemplazó a su jefe, Blas Llano –también enfrentado a Franco al interior del PLRA–, al frente de la cartera, y Luis Alberto Riart, un hombre de confianza de Lugo, al frente de Educación, en lugar del colorado Horacio Galeano Perrone, con lo que el presidente fortaleció también su propia línea política.

No obstante, las complicaciones para el presidente llegaron también de otros frentes. Ayer, las cosas se le complicaron aun más al primer mandatario tras un primer encuentro fallido entre su abogado, Marcos Fariña, y Benigna Leguizamón, la mujer que le reclamó el lunes al jefe de Estado la paternidad de uno de sus hijos.

La cita tenía por objetivo llegar a un acuerdo, pero no fue posible. El abogado del presidente le propuso a la mujer que el jefe de Estado se sometiera a una prueba de ADN, pero por vía extrajudicial, a fin de bajar el perfil público del caso y, según Fariña, preservar al menor de tanta exposición pública. “Esto no cambia nada, todo sigue igual”, le respondió Leguizamón según su propio relato.

Frente a la negativa de la mujer, el abogado de Lugo le propuso hacer la prueba de ADN dentro o fuera de un juicio. Sin embargo, Benigna Leguizamón no llegó a un acuerdo. “Es un desgraciado”, dijo sobre Lugo al salir de la reunión en un hotel céntrico de Asunción, luego de trasladarse desde Ciudad del Este, a 330 kilómetros de la capital, donde reside en una precaria vivienda.

Por si fuera poco, Lilian Samaniego, presidenta del opositor Partido Colorado, solicitó ayer a la Fiscalía que investigue al jefe de Estado paraguayo por presunto abuso de menores en el marco del escándalo que afronta por la paternidad del hijo de Viviana Carrillo, con quien Lugo habría empezado a tener relaciones cuando la mujer tenía 16 años. “Como mujeres no podemos dejar esto como si no pasara nada. Queremos que la Justicia esclarezca si hubo o no abuso de la menor”, precisó Samaniego, cuya agrupación política tuvo que abandonar el poder luego de 61 años de gobierno ininterrumpido tras la victoria de Lugo en las urnas en abril de 2008.