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–¿Es prematuro decir que Vélez está para quedarse con el Clausura?

–Vélez está para lo que estuvo desde el comienzo de nuestro ciclo y es para dar pelea, en éste o en cualquier otro campeonato que juegue. Ese es el compromiso que tenemos como equipo y como club. Ahora, prometer un título, o salir a decir que somos los principales candidatos, me parece algo muy aventurado, sobre todo cuando quedan nueve fechas para el final. Estamos punteros y veo al equipo con bastante solidez, pero no hay que apurarse, todavía falta mucho.

–Los equipos grandes están alejados de la punta. ¿Este es un torneo de equipos chicos?

–Eso de que los grandes están lejos es algo discutible. River está ahí, cerca, a seis puntos, gana dos partidos seguidos y se puede poner a tiro. Independiente también, tiene un técnico muy capaz como (Américo) Gallego. Y sobre si es un campeonato de equipos chicos, no estoy tan seguro. Vélez, Lanús y Colón son instituciones importantes, no tendrán la convocatoria de los cinco grandes, pero hace años que vienen siendo protagonistas y creo que no se los puede minimizar.

–Pero es un poco raro ver un campeonato sin los equipos grandes en la conversación.

–Puede ser, pero no nos olvidemos de que tanto Boca como River y San Lorenzo apostaron también a la Copa Libertadores y eso determinó que dejaran la competencia local un poco relegada. Racing e Independiente viven en cambio situaciones más particulares. De todos modos, todavía queda medio campeonato por jugarse y no se puede descartar a ningún equipo, sobre todo si se trata de un grande.

–Pero a excepción de Boca, el resto de los equipos argentinos tuvo un desempeño muy irregular en la Libertadores. ¿El fútbol local sigue siendo competitivo en el plano internacional?

–Creo que sí. Además de Boca, Estudiantes y River aún mantienen posibilidades de clasificar, sólo San Lorenzo y Lanús están eliminados. Me parece que tres de cinco no es un mal promedio. El fútbol argentino es competitivo, sobre todo por el nivel de sus jugadores.

–¿Se juega un buen fútbol en la Argentina?

–A mí me gusta. Incluso se hace un fútbol más agresivo del que se practicaba en mi época como jugador. Hace 20 o 15 años, se esperaba más, se especulaba con el error del rival y se apostaba más al contragolpe. Hoy veo que la intención pasa por buscar y proponer. La actitud de la mayoría de los equipos es más agresiva. Por eso se dan partidos más entretenidos.

–¿Y cuáles son los equipos que mejor reflejan esta tendencia?

–Son varios, pero a mí los que más me gustan son Huracán, Godoy Cruz, Colón y Lanús, además de Vélez, claro. Son los equipos más ofensivos y que mejor están jugando en este torneo.

–Vélez y Boca son los únicos equipos de Primera que tienen un manager en funciones. ¿Cuál es la tarea específica de este cargo?

–En Vélez, lo que hace (Christian) Bassedas es intermediar en la relación entre el cuerpo técnico y los directivos. Es como un gerente que maneja el fútbol del club y que aporta soluciones, además de definir contrataciones o posibles ventas, así también como el manejo de las divisiones inferiores. Me imagino que (Carlos) Bianchi cumple una tarea similar en Boca. Es una función novedosa para el fútbol argentino, pero que me parece que es muy necesaria.

–¿Por qué?

–Porque permite que un cuerpo técnico se desentienda de cuestiones administrativas y se aboque más a lo futbolístico, y sobre todo a algo fundamental, que es el manejo de un grupo.

–¿Pero por qué entonces resulta tan difícil precisar cuál es el rol de Carlos Bilardo como manager de la Selección argentina?

–La verdad es que todavía no queda claro. Espero que tanto (Diego) Maradona, como entrenador, y Bilardo, como manager, definan bien sus funciones y sepan complementarse. Son dos personas muy experimentadas que le pueden aportar muchas cosas a la Selección. Confío en que sabrán cómo ponerse de acuerdo.

–En la actualidad, cuando no se le dan los resultados, muchos entrenadores aducen que les falta trabajo con los planteles que dirigen.

–Lo que pasa que está muy asociada la idea de trabajo a la cuestión física, y esto no siempre es así. El trabajo en el fútbol pasa más por repasar cuestiones tácticas, que tienen que ver con aspectos posicionales, y también con lo técnico, donde es fundamental ejercitar con la pelota. Es una cuestión más de calidad que de cantidad.

–¿Qué se necesita para ganar un campeonato en la Primera del fútbol argentino?

–La vocación de protagonismo y la tranquilidad son cuestiones básicas a la hora de encarar un campeonato. Y después, desde luego, hay que tener buenos jugadores. En Vélez hay un buen plantel y vamos a pelear hasta el final.