Viernes, 3 de julio de 2009 | Hoy
EL MUNDO › EN AFGANISTAN LOS TALIBAN RESPONDEN A LA OFENSIVA MILITAR NORTEAMERICANA
La operación de los marines es la primera gran prueba de la escalada estratégica de Washington en Kabul. El número de tropas desplegadas es casi el mismo que fue usado durante el primer polémico sitio a Faluja, en Irak, que terminó con imágenes de matanzas.
Por Kim Sengupta *
En la mayor ofensiva militar de la presidencia Obama, más de 4000 marines de Estados Unidos, apoyados por pesada artillería y helicópteros artillados, entraron ayer al centro de la tierra talibán. Fue el primer ataque que un comandante llamó “verano de decisión”, que apunta a estabilizar a Afganistán antes de la elección del mes que viene. A medida que la misión se de-senvolvía, se supo la noticia de que un soldado estadounidense había sido secuestrado en la provincia de Paktika más al sur. El hombre, cuyo nombre no se ha dado a conocer por temor de poner en peligro su seguridad, se cree que es el primer soldado estadounidense capturado por Irak o Afganistán en dos años. Sin embargo, los funcionarios de Estados Unidos dijeron que el militar no estaba en servicio cuando desapareció y los comandantes talibán afirmaron que lo habían encontrado borracho afuera de la base.
La Operación Khanjar, “Ataque de la Espada” en pashtu, vio cómo las tropas atacan a través del valle que fue una “tierra sangrante” para jihadistas y un importante centro de cosecha de amapolas. “Ustedes van a cambiar el mundo y el cambio comienza esta mañana”, les dijo a sus tropas el teniente coronel Christian Cabaniss, el comandante del 2º batallón, 8ª Marines, que estaban con trajes de fajina de desierto, antes de subirse a los helicópteros y Humvees. “Estados Unidos y el mundo están mirando”, dijo, según citó Reuters. “Sus expectativas son inmensamente altas durante este verano de decisión”.
En una señal de los peligros que enfrentan las tropas ocupantes, se confirmó que Gran Bretaña había perdido su soldado británico de rango más alto desde que el coronel H. Jones murió en las Malvinas. El teniente coronel Rupert Thorneloe, el oficial al comando de los Guardias Galeses, murió junto a un soldado cuando un vehículo blindado Viking en el que estaba viajando fue impactado por una bomba al lado de un camino en Helmand. Otros seis soldados resultaron heridos en el ataque.
La operación de ayer –que también involucraba a 400 soldados del gobierno afgano– fue la primera gran prueba de la escalada estratégica de Washington. El brigadier general Larry Nicholson del ejército de Estados Unidos dijo que la operación difería de las previas por su “tamaño masivo”. “El intento es demasiado grande, demasiado fuerte y demasiado rápido, y al hacerlo vamos a salvar vidas de ambos lados”, dijo.
En número de marines desplegados es casi el mismo que fue usado durante el primer sitio sangriento y polémico de Faluja, en el centro de Irak, en 2004. Esa operación fue detenida antes de que la ciudad fuera capturada y después del shock internacional que provocaron las escenas de las matanzas. Durante los próximos seis meses, Faluja se convirtió en cuarteles de insurgentes, con olas de ataques suicidas en toda la región.
Los marines son parte de un grupo de 22.000 de fuertes refuerzos enviados a Afganistán por Barack Obama en un intento de detener la violencia de lo que Washington está llamando una coyuntura importante en la guerra. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo que la paciencia estadounidense se está acabando y se necesitaba mejorar antes de fin de año.
La Operación Khanjar fue la continuación de una operación británica más pequeña al norte a lo largo del valle del río Helmand, que volvió a
controlar la ciudad de Babaji y las áreas de alrededor de la capital provincial, Lashkar Gar. Las fuerzas británicas, sin embargo, experimentaron problemas para mantener el terreno que habían ganado por falta de tropas.
La misión estadounidense comenzó con helicópteros que lanzaban marines en el pueblo de Nawa, 35 kilómetros al sur de Lashkar Gar, en un área que no ha visto la presencia permanente ni de las tropas occidentales ni del gobierno afgano. El ejército de Estados Unidos dijo que la ofensiva había tomado al enemigo por sorpresa.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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