Los talibán difundieron ayer el segundo video de Bowe Bergdahl, el soldado estadounidense capturado el 30 de junio en Afganistán, que se convirtió en el primer cautivo en manos de los islamistas desde que comenzó la intervención militar occidental en 2001. Las imágenes muestran a un hombre sentado de frente a la cámara, con lentes oscuros y lo que parece ser un uniforme militar estadounidense con casco incluido. Debajo de la imagen, aparece la frase “Prisionero de guerra: Bowe Robert Bergdahl”.

El hombre se identifica como Bergdahl, nativo de Sun Valley, estado de Idaho, y dice su rango, fecha de nacimiento, tipo de sangre, a qué unidad pertenece y el nombre de soltera de su madre. A un lado de la pantalla, aparece además la frase “Un soldado estadounidense apresado por los mujaidines del Emirato Islámico de Afganistán”. Luego, el hombre habla en contra de cómo Estados Unidos maneja la guerra en Afganistán y sus relaciones con los musulmanes. Aparenta estar bien de salud y no parece haber sufrido abusos.

“Un análisis inicial indica que el rehén que aparece en el video es Bowe Bergdahl”, dijo en su página de Internet la agencia IntelCenter, una empresa contratista que hace seguimientos de propaganda terrorista para el gobierno estadounidense. El brazo de difusión del talibán en Afganistán anunció la semana pasada en un sitio de Internet que iba a divulgar un nuevo video de un estadounidense capturado. Aunque no dijo el nombre, el único del que se sabe que está cautivo en ese país es Bergdahl, un soldado de la Infantería aerotransportada atrapado por los talibán afganos en la provincia de Paktika, el 30 de junio.

“Me temo tener que decirles que esta guerra se nos ha escapado y que va a ser nuestro próximo Vietnam, a menos que el pueblo estadounidense actúe para que cese esta absurdidad”, afirma Bergdahl en el video, que tiene una narración en inglés en algunas partes y muestra imágenes de prisioneros que sufren abusos a manos de guardias estadounidenses. El soldado explica que no fue tratado así.

La calidad del video es mejor que la de otro divulgado antes y más parecida a la de los videos que suele difundir la red radical islámica Al Qaida. Se trataría –si el ejército estadounidense confirma que es Bowe Bergdahl el que se expresa delante de la cámara– del segundo video del soldado cautivo filmado por los islamistas. Bergdahl, de 23 años, desapareció el 30 de junio en el sureste de Afganistán; el ejército de Estados Unidos anunció su secuestro el 2 de julio y el gobierno de su país prometió hacer todo lo posible para obtener su liberación.

La comandancia estadounidense en Kabul y la Comandancia Central (CentCom) de Tampa Bay, en Florida, dijeron no estar al tanto de ese video. La fuerza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), bajo cuyo mando están desplegadas parte de las fuerzas estadounidenses, se negó a hacer comentarios.

Un portavoz de los talibán, Yusuf Ahmadi, declaró que el soldado no fue “torturado” y que se lo trataba “en conformidad con los preceptos de la Sharia (ley islámica) para los prisioneros de guerra”. Con este video, “queremos mostrar al mundo que es una invasión de Afganistán. Queremos mostrar que estamos ganando esta guerra y que los invasores morirán o serán capturados como él”, agregó Ahmadi.

Los talibán piden además la liberación de sus prisioneros de los centros estadounidenses de detención a cambio de la libertad del soldado capturado. Se trataría –si el ejército estadounidense confirma que es Bowe Bergdahl el que se expresa delante de la cámara– del segundo video del soldado cautivo filmado por los islamistas.

El 19 de julio apareció en una primera cinta de 28 minutos. Un portavoz del ejército estadounidense en Kabul había denunciado en ese momento “un instrumento de propaganda” de los islamistas radicales. Un hombre que se había presentado como un comandante talibán de la región, el molá Bahram, había indicado que el rehén estaba detenido en Waziristán del Norte, un distrito tribal paquistaní situado del otro lado de la frontera afgana, considerado como un bastión de los talibán paquistaníes y una base de retaguardia de los islamistas afganos.

Otras fuentes, entre ellas la del portavoz de los talibán, indicaban que el soldado estadounidense estaba detenido en el sureste de Afganistán. Pero ninguna de estas informaciones fue confirmada desde entonces.

El presidente estadounidense y Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, anunció a principios de mes que enviaría hacia Afganistán 30.000 soldados adicionales para reforzar el contingente de 71.000 militares que ya tiene desplegados en el país para luchar contra los talibán que expulsó del poder en 2001. Este año, más de 300 soldados estadounidenses murieron en Afganistán, casi el doble que en 2008, en que murieron 155.