La última palabra la tendrá Lula. Así lo dejó entrever el canciller brasileño, Celso Amorim, al declarar desde Ginebra que la decisión final sobre la compra de los aviones cazas que efectuará su país será “política”, en medio de la polémica por la preferencia de la Fuerza Aérea de Brasil (FAB) del sueco Gripen NG en lugar del francés Rafale, favorito del gobierno petista.

“La decisión final siempre es política. Evidentemente, vamos a estudiarlo, tomando en cuenta lo que hay en los informes técnicos (que entregaron los militares), pero son el ministro de Defensa y el presidente de la República quienes decidan”, dijo Amorim a la prensa. De hecho, la semana próxima el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva y el titular de Defensa, Nelson Jobim, se reunirán para definir la licitación para la compra de 36 nuevos cazabombarderos, disputada por empresas de Estados Unidos, Francia y Suecia.

La Fuerza Aérea de Brasil puso en primer lugar de su preferencia al avión caza sueco Gripen NG y en último al francés Rafale, que es el favorito del Ejecutivo, según la prensa brasileña, que aseguró haber tenido acceso al informe técnico de la Aeronáutica.

En segundo lugar de las preferencias, todavía por delante del francés, la aeronáutica colocó al estadounidense F/A18 Super Hornet.

Según las conclusiones del informe de 30.000 páginas de la FAB, al que dice haber tenido acceso Folha de Sao Paulo, “el factor financiero fue decisivo para colocar al Gripen NG, aún en fase de proyecto, en primera posición”. Según el diario, “Saab ofrece el Gripen a la mitad de precio del Rafale, es decir a unos 70 millones de dólares, y la hora de vuelo es cuatro veces más barata que la del Rafale”.

Esas cuestiones monetarias fueron caricaturizadas ayer por el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, quien comparó al Rafale con “un Ferrari’’ y al Gripen con un “Volvo”. “Hay que saber que se está en una competencia sumamente dura y en una competencia como ésta, unos y otros ponen rumores sobre la mesa”, dijo el ministro francés, que a mediados de diciembre se había declarado “muy optimista” sobre el resultado de la licitación.

“El Rafale es el único avión del mundo (que puede cumplir) misiones múltiples, es decir el único avión capaz de cumplir una misión de defensa aérea, de ataque a tierra y de reconocimiento”, señaló.

Lula da Silva expresó en septiembre de 2009, días antes de una visita oficial de su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, que prefería el Rafale, pues Francia está dispuesta a transferir tecnología al gigante sudamericano. Brasil y Francia firmaron un millonario contrato para la compra de submarinos, helicópteros y la construcción de un astillero y una base naval en Río de Janeiro. Por su parte, el gobierno francés se comprometió a adquirir a Brasilia una decena de aeronaves de transporte militar KC-390.

Folha se hizo eco del dilema al que se enfrenta Lula. “El gobierno está en una posición incómoda: o ignora el informe de la FAB y se queda con los Rafale o irrita al gobierno francés y opta por el modelo sueco”. Formalmente, el presidente tiene libertad para elegir cualquiera”, señaló el artículo.