Viernes, 5 de marzo de 2010 | Hoy
EL MUNDO › ENTRE VENEZUELA Y ESPAÑA POR UNA DENUNCIA JUDICIAL CONTRA EL GOBIERNO DE CHAVEZ
Un juez español acusó a Caracas de ayudar a la ETA y a las FARC. El canciller Moratinos se corrigió y dijo que su país pedía “información” y no “explicación”. La Asamblea Nacional de Venezuela rechazó de plano la denuncia.
El ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, afirmó que la intención del presidente José Luis Rodríguez Zapatero era pedir “información” más que explicaciones al mandatario venezolano, Hugo Chávez, después de que la Justicia española acusara a su gobierno de colaborar con la ETA y las FARC. Ayer también, la Asamblea Nacional de Venezuela rechazó en un documento la acusación española y afirmó que esta denuncia atenta contra la soberanía venezolana.
Moratinos dijo que la petición que hizo Zapatero al presidente de Venezuela el lunes desde la ciudad alemana de Hannover se pudo “malinterpretar”, ya que lo que pretendía únicamente era pedirle que facilitara la investigación del caso. El ministro español hizo estos comentarios a los periodistas que viajaban en el vuelo que lo llevó desde Georgia, donde se encontraba de viaje, hasta Barcelona, informó la prensa local. De esta forma respondió a la reacción de Chávez, quien ayer aseguró que no tiene “nada” que explicar a Zapatero, y que si éste quiere explicaciones, que “se las pida a su canciller (Moratinos)”, con quien habló el lunes después de conocerse la acusación.
Chávez explicó que Moratinos lo llamó y le dijo que “ni el gobierno ni el rey tienen nada que ver con esto”, por lo que no entiende que el presidente español le pida explicaciones. Todo comenzó cuando el juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco afirmó que hay indicios de una “cooperación gubernamental venezolana” con un plan atribuido a la ETA y las FARC para asesinar en España al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, y al antecesor de éste, Andrés Pastrana, por el cual fueron procesados seis presuntos etarras y siete miembros de la guerrilla colombiana.
“Tienen que respetarnos y exigimos respeto”, añadió Chávez, al rechazar estas acusaciones de la Justicia española. A su llegada a Barcelona, Moratinos dijo que no se sentía desacreditado por las palabras del bolivariano, aseguró que “hemos hecho lo que teníamos que hacer”.
“No voy a entrar en una dialéctica semántica sobre si pedimos informaciones, explicaciones, aclaraciones”, subrayó el ministro de Asuntos Exteriores español, quien confió en que el gobierno de Caracas “colaborará con la Justicia”.
Según el jefe de la diplomacia de Madrid, durante la conversación telefónica que mantuvo con Chávez y el canciller venezolano, Nicolás Maduro, a quienes pidió información, “ellos negaron todo tipo de connivencia con ETA y las FARC y prometieron “cooperar con la Justicia y las autoridades españolas”. Moratinos rechazó además una posible llamada al embajador venezolano en Madrid, como exige el opositor Partido Popular (PP), y se mostró partidario de que el caso se esclarezca en los tribunales, así como de mantener una política de diálogo y evitar el enfrentamiento con Venezuela, en beneficio de los españoles que viven en aquel país y los intereses económicos.
En tanto, el líder del (PP), Mariano Rajoy, exigió ayer al gobierno de Zapatero que pusiera a Chávez “en su sitio”, y calificó al gobierno de Venezuela y al cubano de “amistades peligrosas”. “Cuando uno está con Chávez o está con Castro te pueden pasar estas cosas”, dijo Rajoy en declaraciones a la televisora Telecinco. “Cuidado con las amistades peligrosas: a esta gente debe (el gobierno) ponerla en su sitio”, indicó.
Por su parte, el embajador venezolano en España, Isaías Rodríguez, acusó a la derecha de ese país de desatar una guerra mediática encaminada a la ruptura de las relaciones entre ambas naciones. “Las campañas puestas en marcha responden a un odio visceral contra nuestro proceso revolucionario”, advirtió el diplomático desde la capital española en declaraciones a Venezolana de Televisión, que fueron reproducidas por Prensa Latina.
A todo esto, la Asamblea Nacional de Venezuela dominada por el oficialismo aprobó ayer un pronunciamiento de reafirmación de la soberanía nacional y rechazo a la acusación del juez español. Durante las discusiones, el diputado oficialista Earle Herrera afirmó que respaldaba la propuesta porque no se puede dar “explicación ni información a ningún reino de cuál es la conducta de Venezuela frente al terrorismo y a grupos guerrilleros que son problema de España y de Colombia”. La acusación del juez español es “un plan para descalificar al gobierno y al presidente Hugo Chávez y, más aún, cuando Venezuela está en un año electoral”, sostuvo el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Darío Vivas, en alusión a los comicios parlamentarios de septiembre de este año.
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