Balance y cierre. Hugo Chávez visitó ayer a Luiz Inácio Lula da Silva en un clima de despedida. Desde que pisó el suelo de Brasilia por la mañana hasta que se retiró a última hora, el presidente venezolano no dejó de elogiar los ocho años de gobierno de su par brasileño. Entre halago y halago, los dos coincidieron en su apoyo incondicional a la Unasur y adelantaron, sin mencionar a Néstor Kirchner, que en la cumbre de la semana próxima en Buenos Aires seguramente se elegirá al primer secretario general del bloque sudamericano.

Fue el broche perfecto de una alianza inquebrantable, a pesar de las constantes presiones de la derecha brasileña. “Estoy terminando mi mandato y Venezuela se transformó en un socio excepcional. Allá los empresarios brasileños están haciendo inversiones, ganando dinero y mejorando la economía venezolana”, destacó Lula durante la conferencia que dio junto a su invitado. Chávez le respondió, casi como si se estuvieran despidiendo allí, frente a las cámaras. “Quiero agradecer a Lula por todo y por ese impulso en estos ocho años”, dijo, sonriente.

Durante el intercambio de agradecimientos, el presidente venezolano aseguró que no importa quién sea el sucesor de Lula porque la relación entre las dos naciones había crecido tanto, que los vínculos eran ya inquebrantables. Según Chávez, el comercio bilateral creció en un 200 por ciento el año pasado y ayer los dos mandatarios firmaron 21 acuerdos nuevos para seguir alimentando esa cifra.

De todas maneras, unas horas antes el presidente venezolano había deslizado, con mucha teatralidad, una preferencia electoral. “No quiero meterme en cosas internas de Brasil, como Brasil no se mete en las cosas de Venezuela, pero mi corazón está aquí”, dijo y lanzó un beso, mientras pronunciaba el nombre de la candidata Dilma Rousseff.

La del líder bolivariano fue una visita principalmente política. “Algunos no creían en el Mercosur, querían el ALCA y no creían en la Unasur”, recordó Lula. “La Unasur es una institución consolidada, muchas veces le exigimos mucho y olvidamos que la Unión Europea tardó 50 años”, agregó. Chávez, a su lado, lo acompañaba asintiendo con la cabeza. Cuando le tocó su turno de hablar reiteró su apoyo incondicional con la Unasur y también con el Mercosur, bloque al que aspira entrar, cuando el Congreso paraguayo ratifique el ingreso de Venezuela. “Si Lula no hubiera sido elegido presidente de Brasil, hoy el Mercosur estaría pulverizado. La creación del ALCA tenía como propósito pulverizar el bloque y los demás mecanismos de integración de América latina”, agradeció el mandatario.