Viernes, 21 de mayo de 2010 | Hoy
EL MUNDO › EN PROTESTA POR EL PLAN DE AJUSTE DEL GOBIERNO DE PAPANDREU
Las manifestaciones coparon las calles. Las escuelas, los hospitales y las oficinas públicas permanecieron cerrados en las principales ciudades griegas. No hubo transporte. En España hubo protestas contra la reducción de los salarios.
Una nueva huelga general paralizó ayer a Grecia. Las calles fueron epicentro de marchas de protesta contra el ajuste que el gobierno de Giorgios Papandreu propone para paliar la crisis. En España hubo movilizaciones contra la reducción salarial de los empleados públicos anunciada por el también socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Las principales centrales de trabajadores públicos y privados griegas llamaron a manifestarse contra la reforma previsional “antisocial y neoliberal”. Como denuncian los sindicatos, la iniciativa que el Parlamento deberá estudiar a fin de este mes reducirá hasta el 15 por ciento las pensiones y jubilaciones. Además, elevará entre dos y siete años la edad jubilatoria para hombres y mujeres. Los empleados estatales, que superan el medio millón, se incluyen dentro de los sectores más damnificados por los recortes que el presidente Papandreu se propone para ahorrar unos 30 mil millones de euros en tres años.
En repudio a estas medidas anticrisis, las escuelas, los hospitales y las oficinas públicas de las principales ciudades griegas permanecieron cerrados. No hubo transportes, excepto por los vuelos internacionales. La televisión estatal sólo proyectó documentales y algunos reportajes editados, mientras que las cadenas radiales y televisivas mantuvieron su programación habitual. Quienes sí llenaron las calles de Atenas fueron los veinte mil manifestantes que se encontraron con un descomunal operativo policial, que arrestó a más de cien personas. A comparación de las anteriores, la convocatoria cayó bastante, como retrataron algunos medios locales.
Las banderas que llenaban la movilización rezaban: “Las jubilaciones no deben ser sometidas al mercado”. Los carteles expresaban el descontento social frente a las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que América latina ya padeció años atrás y que son condición indispensable para que Atenas reciba el rescate financiero de este organismo crediticio y de la Unión Europea. Como parte de la jornada, unos cinco mil miembros de un sindicato vinculado con el Partido Comunista ocuparon el Ministerio de Trabajo al grito de “No agachen la cabeza”, mientras otros miles más se congregaron para la principal marcha, que realizó una parada frente al Parlamento, como ya es clásico. Allí varios manifestantes gritaron: “Ladrones”, haciéndole saber su rechazo a la dirigencia política.
En la última manifestación, tres personas habían resultado muertas en el incendio de un banco ateniense. Esa entidad anunció que la sucursal, donde los manifestantes hicieron un minuto de silencio, será cerrada para siempre.
Lo que parece no tener clausura es la movilización social. Las organizaciones gremiales convocaron a una nueva jornada de protesta para el próximo sábado 29, que será la quinta movilización que se realiza desde febrero. Según algunos sondeos de opinión, la mayoría de los griegos acepta la necesidad de las medidas de austeridad, pero al mismo tiempo entienden que los ajustes afectan sobre todo a los pobres y a las clases medias, mientras los sectores más poderosos siguen beneficiándose con la evasión impositiva.
En otro rincón de Europa, los españoles tomaron las calles para protestar contra el recorte salarial anunciado por el presidente Rodríguez Zapatero. El hombre del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) propuso una rebaja del 5 por ciento a los salarios de los empleados públicos, quienes hicieron escuchar sus gritos de “Zapatero dimisión”. En Madrid, los trabajadores se concentraron frente al Ministerio de Economía. Lo mismo hicieron los asalariados de todas las capitales de provincias españolas. Los sindicatos del sector estatal reclamaron que el gobierno dé marcha atrás con la medida, “porque la crisis siempre la pagan los más débiles”. Al igual que en Grecia, se llamó a nuevas jornadas de protesta. En España está convocada una huelga general para el próximo 8 de junio.
Alejado de la tierra helénica en llamas y de la agitada Península Ibérica, el primer ministro griego hizo desde Beirut un llamamiento a las empresas árabes para que inviertan en Grecia. Papandreu, que estuvo invitado a la sesión inaugural del Foro Económico de la Liga Arabe, explicó que su país estaba atravesando cambios. “Invitamos a que se unan a nosotros, visitando Grecia, invirtiendo en Grecia o trabajando junto a Grecia en proyectos conjuntos en la región.” En los últimos tiempos, el déficit había dañado la imagen internacional y ahuyentado a posibles inversores de Atenas. “Nosotros podríamos hacer frente a la crisis a través de las reformas necesarias en nuestro país y abriéndonos más al comercio y a la cooperación en la región”, prometió Papandreu.
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