Jueves, 29 de julio de 2010 | Hoy
EL MUNDO › CUMBRE DE LA UNASUR PARA TRATAR LA CRISIS ENTRE COLOMBIA Y VENEZUELA
Hoy arranca la cumbre de cancilleres en Ecuador. Uribe rechazó de antemano cualquier plan de paz venezolano. Y el canciller de Chávez volvió a acusar a Uribe de amenazar la paz latinoamericana y la seguridad y soberanía de su país.
Los cancilleres de los países de la Unasur discutirán hoy en Quito dos propuestas de paz, una venezolana y otra colombiana, e intentarán lograr un acercamiento entre los dos gobiernos vecinos. El clima ayer en la víspera no era el más auspicioso. Desde Bogotá, el presidente Alvaro Uribe rechazó de antemano cualquier plan de paz venezolano y adelantó que sólo aceptará una propuesta que suponga la desmovilización y deportación de los 1500 guerrilleros que, según sus datos de Inteligencia, estarían escondiéndose en territorio venezolano. En La Paz, en tanto, el canciller venezolano Nicolás Maduro terminó su gira regional y volvió a acusar a Uribe de amenazar la paz latinoamericana y, particularmente, la seguridad y soberanía de su país. A su lado, Evo Morales le prometió su apoyo hoy en el debate en Ecuador y reclamó discutir el tema de fondo y no las últimas denuncias y acusaciones. “Ahora es hora de luchar juntos por la paz en Colombia. La paz regional sólo se garantizará con la paz en Colombia; si no hay paz ahí, será difícil garantizar la paz en la región”, advirtió el presidente boliviano.
La cumbre de cancilleres está programada para las 15 (17 hora argentina) en el Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano en Quito. El debate será a puertas cerradas, sin la presencia de cámaras y presidentes, y al final los ministros tienen planeado dar una conferencia conjunta. Dada la urgencia con la que se convocó la cumbre, no hubo rueda de negociación previa de asesores ni existiría una declaración final ya redactada. Mientras Venezuela espera conseguir una rectificación de Bogotá por las denuncias de connivencia con las guerrillas que hizo en la OEA la semana pasada, Colombia tiene otras aspiraciones para la reunión regional. “Colombia considera indispensable que se discuta el mecanismo concreto y eficaz para evitar la presencia de las FARC en Venezuela y evitar que grupos criminales organizados y terroristas estén en cualquier país”, explicó ayer el canciller de Uribe, Jaime Bermúdez.
Unos minutos después, el propio presidente Uribe fue aún más claro al rechazar cualquier propuesta, proveniente del gobierno de su par Hugo Chávez. “Si en Venezuela quieren ayudar a que se supere el problema guerrillero, que entonces le digan a la guerrilla que está allá que se desmovilice, que los fiscales de Colombia van por ellos y los traen aquí, sometidos a todas las garantías de la Ley de Justicia y Paz”, sostuvo el mandatario, desde la página web de la presidencia de Colombia. El sábado pasado, Chávez se había dirigido públicamente a los grupos armados colombianos y les había recomendado reconsiderar la vía armada.
Pero ayer no fue Chávez quien le contestó a Uribe, sino su canciller. “Bogotá, al acusar falsamente a Venezuela de cobijar a insurgentes colombianos, amenaza a la soberanía y la seguridad venezolanas, buscando justificar su fracaso en la solución del conflicto interno”, contraatacó Maduro en Lima, antes de partir hacia La Paz, su última parada en la gira regional que realizó a último momento para preparar el terreno para el debate en la Unasur.
Mientras las posiciones de Venezuela y Colombia no parecen distanciarse mucho de las de la semana pasada, cuando Uribe presentó su denuncia ante la OEA y Chávez la rechazó rompiendo las relaciones diplomáticas, la incógnita es cuánta presión estarán dispuestos a ejercer el resto de los países de la región para solucionar el conflicto bilateral. El asesor de Luiz Inácio Lula da Silva en temas internacionales, Marco Aurelio García, adelantó la estrategia de Brasil. “Hay que apostar por enfriar la crisis hasta el inicio del nuevo gobierno colombiano. Ahí los dos países, Venezuela y Colombia, tendrán posibilidad de iniciar una conversación que debería ser directa, discreta”, explicó el hombre de confianza de Lula, quien estará hoy al lado del canciller Celso Amorim en Quito.
Por su parte, los gobiernos de Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú y Nicaragua ya prometieron que intentarán mediar y distender el clima para abrir una puerta hacia el restablecimiento de las relaciones venezolano-colombianas. El gobierno boliviano, en cambio, adelantó que apoyará el plan de paz que presentará la delegación venezolana.
Por último, versiones periodísticas en Quito sostenían ayer que el anfitrión y presidente pro tempore de la Unasur, Rafael Correa, también aprovechará para criticar el nuevo fracaso diplomático de la Unasur. El mandatario ecuatoriano había intentado frenar la sesión de la OEA del jueves pasado para evitar una nueva crisis entre sus dos vecinos. Sin embargo, las presiones de Colombia y Estados Unidos fueron más fuertes.
Hoy, como hace dos años después del bombardeo colombiano a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, los países latinoamericanos intentarán solucionar la crisis sin Estados Unidos en la mesa.
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