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La reforma laboral del presidente José Luis Rodríguez Zapatero concluyó ayer su trámite en la Cámara de Diputados con la concreción de uno de los puntos más controvertidos: las causas de despido objetivo. El texto final, aprobado con 169 votos contra 165 y 16 abstenciones, establece que las empresas podrán despedir con indemnización en el caso de “pérdidas actuales o previstas, así como ante la disminución persistente de ingresos, que puedan afectar su viabilidad o su capacidad de mantener el volumen de empleos”.

El texto aprobado ayer en la Comisión de Trabajo del Congreso fue avalado sólo con los votos de los socialistas y gracias a la abstención de nacionalistas vascos y catalanes. Se opusieron, por diferentes causas, el conservador Partido Popular (PP), principal fuerza opositora, y las agrupaciones de izquierda.

A última hora, los socialistas lograron pactar con los nacionalistas vascos el controvertido punto de la reforma laboral, que fue aprobada en junio por decreto y convalidada por el Congreso. El texto legal se enviará ahora al Senado, donde habrá nuevas negociaciones y allí podrá ser modificado. Se calcula que será aprobado definitivamente en el Congreso el próximo 9 de septiembre.

Durante el debate, el portavoz del PP, José Ignacio Echániz, aseguró que la reforma está “huérfana de respaldo político y social, y al final no contenta a nadie”. A su vez, Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, afirmó que la reforma “abarata el despido hasta que financia en un ejercicio de malversación de fondos públicos el despido improcedente”. “No se trata de una poda para que el árbol crezca más fuerte. Esta reforma es una tala del débil árbol de los derechos de los trabajadores, que se convierte día en día en un bonsái”, añadió, justificando su voto en contra.

Por su parte, el diputado de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Joan Tardá, sostuvo que España será a Europa lo que México es para Estados Unidos, es decir, “una maquila de mano de obra barata contra los derechos de los trabajadores”. Tardá criticó que los socialistas hayan ido “hacia el abaratamiento del despido objetivo de 20 días”.

La reforma laboral del gobierno español facilita y abarata el despido, ya que generaliza la utilización del contrato de fomento de la contratación indefinida, que tiene una indemnización por despido de 33 días por año trabajado, en lugar de los 45 que se cobraban hasta ahora.