Después de su pelea con el resto de los integrantes del Acuerdo Cívico y Social, Elisa Carrió se juntará a almorzar con el radical Ricardo Alfonsín. El encuentro estaba acordado desde hace tiempo, pero tras la catarata de críticas de la líder de la Coalición Cívica fue postergado y el diputado bonaerense supeditó su realización a que la chaqueña demostrara “interés” en juntarse y lo contactara telefónicamente. A pesar de que la diputada de la CC Elsa Quiroz respaldó la posición de su jefa, en el entorno de Lilita ya buscaron el acercamiento con Alfonsín y el almuerzo se concretará luego de las vacaciones de invierno. Por su parte, el gobernador socialista, Hermes Binner, buscó bajarle el tono a su polémica con Carrió y aseguró que no tiene problemas personales con ella. “Siempre valoré su actitud valiente de denuncia”, agregó.

“Lo que hizo Carrió fue ubicar las cosas en su lugar”, afirmó Quiroz, en relación con los cuestionamientos a la líder de la CC de Binner y Stolbizer. El mandatario socialista había dicho que no compartiría con ella una fórmula presidencial y la consideró una dirigente “complicada”. Lo cierto es que la relación entre el gobernador santafesino y la chaqueña nunca fue muy amistosa, por lo que con las declaraciones realizadas el martes por el socialista, Carrió estalló. Lo acusó de “ambiguo” y de tener relaciones con “ministros corruptos”, en referencia a los encuentros que mantiene el mandatario con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, para analizar la inversión de obra pública en la provincia.

En una breve alusión, Binner buscó bajarle el tono a la controversia. Opinó que no es momento de hablar de la fórmula presidencial del ACyS: “No estamos en elecciones, tenemos que pensar en otra cosa”, afirmó. En medio de sus pocas palabras el mandatario envió una crítica disfrazada de elogio. “Yo no tengo problemas con ella. Siempre valoré su actitud valiente de denuncia”, dijo. Esa precisión sobre la “actitud de denuncia” de la chaqueña esconde el mensaje que los socialistas le hacen por lo bajo a Carrió. “Es muy fácil hacer denuncias cuando uno no tiene la responsabilidad de gobernar”, insisten en Santa Fe.

A través de un comunicado, Quiroz advirtió que “las actitudes oportunistas no son sanas y cansan” y agregó que “muchos son los que ocupan lugares con los votos de Carrió y hoy se suben a cualquier cuestionamiento y siguen persiguiendo cargos”, en referencia a los aliados del ACyS y en particular a Stolbizer, quien –según dicen– le debe prácticamente toda su carrera política a Lilita.

Después de este episodio, el único puente que le queda en pie a la Coalición Cívica con el Acuerdo Cívico y Social es con el grupo de radicales que impulsa la candidatura de Alfonsín, y que el 28 de agosto lanzará su espacio interno denominado Movimiento de Renovación Nacional. Hasta que Gerardo Morales fue reemplazado por Ernesto Sanz en la presidencia del partido, Carrió tenía una importante llegada a la cúpula radical, pero con el cambio la relación institucional se congeló. Hoy en día Lilita mantiene una buena relación personal con Alfonsín y con Morales, pero ya no solamente los cobistas y los caciques de la ex Coordinadora rechazan sus actitudes.

Debido a esta pelea con Binner y Stolbizer, la chaqueña debió postergar el almuerzo con Alfonsín que fue acordado cuando realizaron un acto conjunto en Junín hace tres semanas. Fuentes del radicalismo confirmaron que el encuentro entre ambos se concretará, aunque todavía no tiene fecha. En privado, Alfonsín le manifestará a la chaqueña su opinión sobre el cruce. “Le va a decir lo que piensa personalmente, no por los diarios”, adelantaron sus colaboradores.

En medio de la polémica, sorprendieron ayer las palabras de un incondicional de Carrió, el diputado Adrián Pérez: “Tienen que dejarse de joder todos. Hay que construir un espacio progresista serio que pueda gobernar como la sociedad reclama”. Pérez agregó que su jefa es “muy talentosa” y pidió “terminar con la pelea política”.