Los aeropuertos españoles comenzaron ayer a emitir vuelos de forma lenta y gradual, luego de que los controladores aéreos retornaran a sus puestos de trabajo tras la declaración de alerta dictada por el gobierno. El ministro de Fomento español, José Blanco, informó el comienzo de la normalización de los servicios luego de 20 horas de paro, tiempo durante el cual la fuerza aérea española se hizo cargo de control de la aviación civil en el país ibérico.

Según indicó Blanco a la cadena de noticias española TVE, la vuelta de los trabajadores a las torres de control permitirá una normalización de los servicios en un lapso de entre 24 y 48 horas. “Normalidad en los relevos del turno de tarde en todos los centros de control”, indicó en su cuenta en Twitter el ente regulador de los aeropuertos españoles, AENA.

De todas formas, el gestor aeroportuario aconsejó a los pasajeros que llamen a su compañía aérea para informarse sobre la disponibilidad de vuelos.

AENA informó que ya se han reiniciado las operaciones en Madrid, Barcelona, Málaga, Melilla, Gran Canarias, Pamplona, Asturias y Granada. Barajas –en la capital española– ya puede operar 50 vuelos por hora, indicó el ente. En el caso de El Prat (Barcelona), la pantalla que indica los horarios se encontraba “en blanco”, por lo que los pasajeros se dirigían directamente a las ventanillas de las empresas para averiguar sobre sus vuelos, según se pudo observar en el lugar.

Una controladora que regresó a la torre de control de Palma de Mallorca dijo a los medios que se amontonaron para pedir explicaciones que “debido al estado de ansiedad” todavía no se ha podido comenzar a trabajar para separar aviones allí arriba. “Estamos en una fase de normalidad o de consolidación de acercarse a la normalidad (en el nuevo turno de trabajo)”, afirmó Blanco.

Por su parte, César Cabo, portavoz del sindicato USCA de controladores, ha afirmado que va volviendo la normalidad a los aeropuertos. “La junta directiva ha logrado que la plantilla se vaya incorporando de nuevo”, publicó en su cuenta de Twitter.

A primera hora de ayer, el gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero había declarado el “estado de alarma” por primera vez en la historia de la democracia después de que el ejército tomara el control ayer del tráfico aéreo en España. Así lo anunció el vicepresidente primero del gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras la reunión del Consejo de Ministros de carácter extraordinario presidido por el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, esta mañana en el Palacio de La Moncloa.

“Es evidente que no se ha producido la normalización y que, por el contrario, nuestros aeropuertos siguen prácticamente todos paralizados”, sostuvo Rubalcaba antes de informar sobre esta decisión que había sido adelantada la pasada madrugada en medio del pulso entre el gobierno y los controladores. El número dos del Ejecutivo español explicó que la situación de alarma supone que a partir de ahora los controladores pasan a estar movilizados militarmente, y si no van a trabajar, incurrirán en un delito de desobediencia tipificado en el Código Penal con penas graves de prisión.

De acuerdo con los datos del gestor público aeroportuario AENA, un total de 330.000 pasajeros se vieron afectados por la cancelación de los vuelos, en la víspera del fin de semana largo del feriado de la Constitución, uno de los momentos de mayor tráfico aéreo en España. La cifra de afectados llegaría hoy a las 600.000 personas, aunque el espacio aéreo abierto y los controladores “movilizados militarmente” bajo amenaza de ser condenados por un delito de desobediencia sancionado con penas graves, la situación comienza a normalizarse.

“Los vuelos parten a cuentagotas y dependen de cada compañía aérea, ya que son las empresas las que establecen las prioridades, más allá de lo que podamos hacer nosotros”, informó un trabajador de AENA.