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Al cumplirse tres años del comienzo de su mandato, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo (foto), destacó los logros obtenidos y reconoció que el proceso que se inició tras su llegada al gobierno no fue el esperado. “Nos encontramos con la agradable sensación de un proceso. Pese a que no ha sido el que soñamos, fue con creces el que pudimos encarar dejando hitos en materia de logros que fundarán un nuevo Paraguay y que ni los profesionales del pesimismo pueden negar”, aseguró Lugo en un extenso discurso que ofreció en la ciudad de Encarnación, donde inauguró el puerto de esa localidad y otras obras financiadas por la Entidad Binacional Yacyretá. Entre los logros, el presidente paraguayo citó el ritmo de terminación de la represa de Yacyretá, obra que fue finalizada bajo su gobierno, y el de la presidenta Cristina Fernández. “Muchos apostaron a que no estaría concluida durante este mandato presidencial y la realidad superó la ficción”, dijo el jefe de Estado, que con su llegada al poder, al frente de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), puso fin a 61 años de hegemonía del conservador Partido Colorado.

Lugo acaba de curarse de un cáncer linfático detectado tiempo atrás y se apresta a iniciar el cuarto año de su mandato. Sus aliados insisten en que se postule como candidato a senador tras el fracaso del plan que buscaba introducir en la Constitución la figura de la reelección para que el ex obispo se postule en las elecciones generales de 2013. El proyecto de eliminación de la senaduría vitalicia tiene como objetivo allanar el camino para que Lugo pueda postularse a esa cámara en dichas elecciones..

Al igual que sucede con su par de Chile, Sebastián Piñera, el mandatario paraguayo afronta los índices más bajos de popularidad desde su llegada al poder. Según un sondeo de la consultora Ati Snead publicado hace una semana por el diario asunceño La Nación, el 52,1 por ciento de los paraguayos reprueba su gestión y sólo el 44,3 por ciento la considera buena o muy buena. No haber bajado los índices de inseguridad, desempleo y pobreza se encuentran entre las razones de su mala imagen.

Otro de los malestares es el asunto Itaipú. “También se puso en tela de juicio nuestra capacidad negociadora para que Brasil apruebe la nota reversal por la que se aumenta de 120 a 360 millones de dólares el pago anual por la energía que cedemos al país vecino. Hoy esto es una realidad que debe transformarse en mayores inversiones públicas que combatan la pobreza y generen riquezas en nuestro pueblo”, destacó el gobernante. En el marco de esa negociación con Brasil, Lugo anunció la construcción de una subestación de 500 kilovatios en Villa Hayes, localidad situada al norte de Asunción.

Y afirmó que la asistencia a familias en situación de extrema pobreza aumentó de 14.000 a 120.000 familias en los últimos años. Elogió, a su vez, la declaración de gratuidad en la atención de los hospitales estatales. “Sin cerrar los ojos y oídos a las demandas sociales históricamente postergados, vi avanzar al país con el trabajo de mis compatriotas, tanto los que cultivan un cuarto de hectáreas de maíz como centenares de hectáreas de soja”, insistió. Luego, consideró un golpe a la desconfianza sobre su gobierno el crecimiento económico record del 15,3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) que alcanzó el país en 2010. “Debemos concentrarnos en un solo objetivo: unir al país en el desarrollo social. Ya tendremos tiempo para enfrentarnos en las urnas, pero que no nos roben el sueño de saber de qué color se pintará el nuevo amanecer cuando el arcoiris de la esperanza llegó para quedarse”, puntualizó.