Martes, 16 de agosto de 2011 | Hoy
EL MUNDO › ACTIVISTAS Y PARIENTES DE LAS VíCTIMAS PONEN EN DUDA LA TRANSPARENCIA
Por Alastair Beach *
Desde El Cairo
La revolución egipcia pudo muy bien ser televisada, pero el juicio de Hosni Mubarak está por salir del aire. La resolución del juez que lo preside, Ahmed Rifaat, de que no será permitida la cobertura en vivo de la sala de la corte significa que millones de egipcios, algunos de los cuales se han pegado a la imagen de su líder previamente intocable yaciendo enjaulado en un banquillo para acusados en una sala improvisada, no podrán ver más cómo se hace justicia desde la comodidad de sus livings. Quizá más problemáticas son las acusaciones de algunos activistas y parientes de aquellos que murieron durante las revueltas del 25 de enero de que la decisión podría oscurecer la justicia.
El consejo militar que gobierna Egipto, que entró en funciones después del derrocamiento de Mubarak en febrero, recibió duras críticas de la gente que cree que ha sido demasiado lento en procesar a los funcionarios del régimen depuesto. Cuando el mes pasado los generales anunciaron que el juicio de Mubarak sería televisado, muchos lo vieron como una rama de olivo para los manifestantes preocupados por la falta de transparencia.
Mohammad Quessy, quien asistió a la primera audiencia del ex presidente previamente este mes, dijo: “Haber mostrado el juicio por televisión calmó a la gente. ¿Por qué no lo muestran ahora? No tiene sentido. Honestamente, creo que no es una buena idea”.
Sin embargo, el anuncio de ayer, durante la segunda aparición de Mubarak, fue recibido con amplio apoyo de los abogados y otros parientes de aquellos que murieron. Las escenas en el juicio a menudo han sido poco claras, como un show, con montones de abogados gritando a través de la sala. Las escenas frenéticas han conducido a acusaciones de que muchos de los abogados simplemente están tratando de hacerse un nombre, posando para las cámaras, sabiendo que el mundo está mirando. Mustafa Hussein, de 26 años, cuyo hermano fue supuestamente asesinado por la policía durante la revuelta, dijo que estaría feliz de ver que las cámaras se van. “Los abogados están utilizando el juicio para ser famosos”, dijo. “No quieren otra cosa.”
Mubarak, de 83 años, quien ahora aduce que tiene cáncer, está acusado de ordenar la matanza de los manifestantes, junto con su ex ministro de Interior, Habib al-Adly, que será juzgado junto con él cuando se reanuden los procedimientos el 5 de septiembre. Los dos hijos de Mubarak, Gamal y Alaa, quienes ayer trataban de ocultar a su padre de las cámaras de televisión cuando estaban parados junto a él, están acusados de corrupción. Los abogados de la defensa del ex presidente han pedido que el mariscal de campo Hussein Tantawi, que gobierna el país actualmente como jefe del consejo militar, atestigüe en el tribunal. Otros observadores se preocupan de que Mubarak pueda tener un juicio justo. “Es más para agradar a la opinión pública”, dijo el abogado de derechos humanos, Adel Ramadan.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.
Traducción: C. D.
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