El radical Ricardo Alfonsín y el peronista disidente Eduardo Duhalde analizan por estas horas cómo despegarse del segundo puesto en el que están empatados y empantanados, a 38 puntos de distancia de la presidenta Cristina Fernández. Luego de una noche intensa en la que pelearon voto a voto hasta la madrugada, Alfonsín y Duhalde se ubicaron en 12,17 y 12,16 por ciento respectivamente, es decir, apenas mil quinientos votos de diferencia. Alfonsín convocó a una cumbre en sus oficinas de la avenida Santa Fe, mientras que Duhalde aprovechó para descansar, recargar fuerzas y retornar en los próximos días. Desde el radicalismo descartaron cualquier acuerdo con el peronista disidente, mientras que dirigentes de Duhalde preparan documentación para una eventual denuncia de “fraude”. En paralelo, Francisco de Narváez mantuvo dos encuentros con los suyos en Las Cañitas, donde segundas líneas ya establecieron unos primeros contactos telefónicos con el duhaldismo.

Golpeados por el resultado, los radicales divulgaron entre un selecto grupo de dirigentes la convocatoria al encuentro de ayer. Definieron cambios de estrategia y también de fondo. Ajustar el discurso del candidato en distintos sectores como el campo y cambiar de manos el manejo de la campaña, hasta ahora a cargo de Raúl Borrás. “Algunas cosas vamos a tener que cambiar, pero era bastante natural que hubiera una campaña hasta el 14 de agosto y otra después del 14”, desdramatizó Miguel Bazze, primer candidato a diputado por Buenos Aires y uno de los hombres que participó en el encuentro. Además estuvieron Ricardo Gil Lavedra, Angel Rozas, Juan Pedro Tunessi, Javier González Fraga y Alfonsín.

Aunque van a seguir estudiando el tema, coincidieron en hacer una convocatoria a todos los sectores de la UCR y también a otras fuerzas. “No vamos a tomar posiciones duras para sacar votos, tenemos que tener una actitud seria y responsable. Vamos a plantear al radicalismo como el partido que desde el Congreso puede garantizar un control serio y responsable del Gobierno, en caso de que tengamos que seguir siendo oposición”, agregó Bazze.

En el radicalismo volvieron a desmentir un acuerdo electoral con Duhalde que implique que alguno de los dos baje su candidatura. Además, intentaron restarle importancia al corte de boleta que se volcó a favor de De Narváez-Duhalde en la provincia de Buenos Aires. “Sabíamos que iba a haber un corte, porque había mucha gente del PJ que no iba a terminar votando por la UCR, pero no hubo un corte sistematizado desde la conducción del espacio de De Narváez”, aseguraron en el alfonsinismo. Sin embargo, la diferencia entre los 16,8 puntos del Colorado y los 11 de Alfonsín en Buenos Aires representan unos 300 mil votos que lo hubieran colocado segundo más lejos de Duhalde. Sectores radicales opositores a Alfonsín ya desde el domingo salieron a pedir una “autocrítica” y a cuestionar la estrategia trazada por el hijo del ex Presidente. El vicepresidente Julio Cobos por un lado y el bonaerense Federico Storani, por el otro, lo hicieron públicamente. El actual presidente del Comité Nacional, Ernesto Sanz, mantiene todavía un sugerente silencio.

“La Presidenta ha hecho una muy buena elección, nosotros estuvimos por debajo de los guarismos que imaginábamos”, dijo Carlos Brown, jefe de campaña del bonaerense. Eduardo Amadeo, candidato a gobernador de Duhalde, sostuvo que es momento de “reflexión” y que después habrá momento para “definir estrategias”. “Igual, yo en las próximas horas vuelvo a caminar la provincia”, sentenció el diputado, que salió tercero con casi el 9 por ciento, a 8 puntos de De Narváez y 41 de Daniel Scioli. Fue un resultado inesperado, un poco más amargo para Alfonsín que para Duhalde. A partir de hoy comenzará el tiempo de enfrentarse para ver si alguno se queda con el famoso “voto útil”.