Martes, 11 de octubre de 2011 | Hoy
EL MUNDO › EL PRESIDENTE VIAJA A CUBA PARA CONFIRMAR QUE SE CURó, PERO SIGUEN LAS VERSIONES SOBRE SU SALUD
Desde que el 30 de junio informó desde La Habana sobre la cirugía a la que había sido sometido, el estado de salud de Chávez se transformó en el tema central de la política venezolana de cara a las elecciones del año próximo.
Por Joaquín Espert
La enfermedad del mandatario venezolano modificó su ritmo de actividad, lo que alimenta los rumores de cara a los comicios presidenciales del 7 de octubre del año próximo. Chávez aseguró que no deberá someterse a más quimioterapia e informó que irá a Cuba para confirmar que el cáncer fue eliminado de su cuerpo.
El presidente venezolano Hugo Chávez anunció que viajará el próximo fin de semana a Cuba para realizarse una serie de análisis médicos, al tiempo que reafirmó que ya no quedan rastros del cáncer y que no necesita por ahora de más sesiones de quimioterapia. “Esos exámenes van a verificar, tengo fe, la ausencia de células malignas en mi cuerpo”, resaltó. Sin embargo, la información oficial sobre la enfermedad es escasa, aún es un misterio el tipo de cáncer sufrido por el mandatario y alcanza con un día sin apariciones públicas para que resurjan las versiones sobre complicaciones. Desde que el pasado 30 de junio informó desde La Habana sobre la cirugía a la que había sido sometido, el estado de salud de Chávez se transformó en el tema central de la política venezolana y de la campaña de cara a las elecciones del año próximo. En aquel momento, el mandatario reapareció tras 20 días sin presencia pública y por primera vez en mucho tiempo leyó su discurso, en el que manifestó que durante la operación se comprobó “la existencia de un tumor abscesado con presencia de células cancerígenas”. Los medios y los políticos opositores se encargaron de poner en duda si el presidente podía seguir en el poder, si su salud le permitiría llevar a delante las tareas de gobierno e insistieron en que sus ausencias para tratarse en Cuba eran anticonstitucionales. Sin embargo, la enfermedad no afectó negativamente la imagen de Chávez, sino que formó parte de un repunte que la llevó a cerca del 60 por ciento de aprobación.
Salvo durante los días en los que se le aplicaron los cuatro ciclos de quimioterapia, tres en La Habana y uno en Caracas, el mandatario intentó no ausentarse de la vida pública para acallar los rumores y mostrarse activo. A pesar de esto, fue notorio el cambio en la intensidad de la actividad presidencial: si antes era común la seguidilla de actividades en todo el país, con largos discursos, desde la operación Chávez visitó sólo dos estados del interior y predominaron los actos encabezados desde el Palacio de Miraflores mediante videoconferencias. De hecho, la enfermedad dio visibilidad a varios ministros del gabinete que debieron reemplazar al mandatario en inauguraciones y actividades oficiales. Incluso el mandatario debió abandonar su programa Aló Presidente, que lleva ya 18 domingos sin salir al aire.
Otro cambio desde la detección del cáncer se dio en el tono del discurso del mandatario, quien sin dejar de atacar a sus enemigos de siempre se volvió algo más conciliador y sus alocuciones se tornaron menos enardecidas. Además, Chávez afirmó que experimenta “una nueva vida, más espiritual, más reflexiva”, lo que produjo algunos cambios simbólicos como el uso de camisas amarillas en lugar de las tradicionales rojas y la orden de que se reemplace el lema “Patria socialista o muerte” por “Patria socialista y victoria; Viviremos y venceremos”. Esa moderación en el discurso presidencial surtió efecto en los líderes opositores, quienes eligieron no atacarlo por el lado de su salud para evitar el efecto de victimización y hacer hincapié en los temas que las encuestas muestran como principal preocupación de los venezolanos: la delincuencia y la falta de vivienda.
En cambio, los editorialistas de los medios antichavistas sí se animan a meterse con la salud presidencial y suelen ser los encargados de propagar los rumores sobre un empeoramiento de la salud del mandatario. El propio Chávez salió hace dos semanas a desmentir una versión difundida por el diario conservador El Nuevo Herald, de Miami, que afirmaba que había sido internado. “Chávez muy grave hospitalizado de emergencia, eso es lo que ellos quieren, sobre todo los dueños de esos periódicos”, respondió entonces el jefe de Estado venezolano.
“Siempre habrá que seguir en exámenes, en observación, esa enfermedad que me dio no es cualquier cosa”, reconoció ayer el presidente en un contacto con la televisión oficial. De la evolución de su salud dependerá cuánto podrá poner el cuerpo de cara a las elecciones para las que falta casi un año, pero cuya campaña ya parece haberse iniciado. El 7 de octubre de 2012 buscará un tercer mandato, frente a una oposición que planea presentarse tras un candidato único y tiene aspiraciones de disputar la presidencia. “No es tiempo de morir, yo tengo que vivir porque tengo un compromiso muy grande para el próximo período presidencial: ganar las elecciones y seguir al frente de esta batalla”, remarcó Chávez al informar oficialmente sobre su nuevo viaje a Cuba para realizarse los exámenes en los que espera confirmar que el cáncer dejó su cuerpo.
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