EL MUNDO › EL MINISTRO ROBERTO AMARAL, MINISTRO DE LULA, MINIMIZO LA REBELDIA EN EL PT
“Hacemos las reformas que dijo Cardoso”
Por J.M. Martí Font *
El ministro de Ciencia y Tecnología de Brasil, Roberto Amaral (nacido en Fortaleza, 1940), es un viejo luchador. Militó en la izquierda comunista durante el régimen militar y en 1985 fue uno de los refundadores del Partido Socialista Brasileño (PSB), del cual es vicepresidente. Es abogado, profesor universitario, periodista y escritor (autor de una novela y varios libros de cuentos).
–¿Cómo está afrontando el gobierno brasileño la rebelión interna por la reforma de las pensiones?
–No hay ninguna rebelión interna. No se puede llamar rebelión a que cuatro de los 91 diputados del Partido de los Trabajadores hayan mostrado resistencias. Esta reforma la reclaman todos los sectores. Ha sido postergada por la derecha. De hecho, estamos haciendo las reformas que el gobierno de Cardoso anunció para 1995. Somos un gobierno de izquierda, con un compromiso democrático y de lucha contra la exclusión social. Para poder sacar adelante nuestro proyecto tenemos que luchar contra intereses encastillados y enfrentarnos a muchas presiones. Lo primero que tenemos que hacer es arreglar la casa, y la reforma de las pensiones es uno de los requisitos básicos para que en el 2004 podamos empezar a aplicar las reformas. Llevamos sólo cuatro meses en el gobierno y estamos concluyendo la implantación en el aparato del Estado.
–¿Cuáles son las prioridades?
–La primera reforma es la seguridad, después la fiscalidad para disminuir la presión sobre la producción y el tercer gran objetivo es reequilibrar las desigualdades regionales, que son muy profundas.
–En las últimas décadas, Brasil ha acumulado una gran parte del aparato productivo de Sudamérica, especialmente el sector del automóvil. ¿No teme que pueda emigrar a otros países?
–Para nosotros, lo más importante es la construcción de un gran mercado interno, lo que reduce enormemente la posibilidad de migraciones industriales. Además, el Estado no renuncia a su papel de inductor de la economía. Nuestra industria está diversificada, no sólo depende del sector del automóvil. Tenemos un potente sector aeroespacial; nos hemos especializado en nanotecnología; el sector textil se ha reformado y además el peso del capital nacional es muy grande. Nuestra prioridad pasa por el fortalecimiento del Mercosur, la recuperación de la Argentina y del mercado sudamericano.
–¿Cuál es la principal política de su ministerio?
–Desconcentración. Tenemos que romper el modelo de que todo, no sólo la población, se concentre en las áreas más ricas, básicamente San Pablo y Río. La investigación se realiza casi exclusivamente con dinero público, no hay una conexión entre la universidad y la empresa, existen recelos entre unos y otros. Nuestro programa pretende que esta investigación se emplee en el mercado por parte de la empresa privada.
–¿Cuál es su relación con Estados Unidos?
–La política internacional de Brasil tiene como intereses preferenciales los de nuestro pueblo y la paz. Tenemos una tradición, que este gobierno fortalece, de compromiso con los organismos internacionales y de solución pacífica, a través del diálogo, de los conflictos. Nuestra segunda prioridad es el continente sudamericano, su unidad y democratización. El Mercosur es un instrumento fundamental para nuestras economías. Vamos a dar continuidad a las relaciones tradicionales de Brasil con Estados Unidos y con Europa, pero vamos a abrir nuevos caminos con países como China, India, Rusia o Ucrania, países emergentes que se encuentran en estados de desarrollo más o menos similares al nuestro, lo que nos permite condiciones de acción comunes.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.