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Un ex senador brasileño y empresario de la construcción aceptó devolver 234 millones de dólares que supuestamente había estafado al Estado como parte de un acuerdo judicial en el marco de una causa de desvío de dinero público ocurrido en 1992. La Abogacía General de la Unión, que depende de la presidenta Dilma Rousseff, firmó ayer un acuerdo con el ex senador Luiz Estevao por desfalco al erario, en el mayor acuerdo judicial de este tipo que se conozca en Brasil hasta el momento. El millonario Estevao fue procesado por fraude y estaba sospechado de haber desviado dinero de la construcción del edificio del Tribunal Regional de San Pablo. En declaraciones al diario Folha de Sao Paulo afirmó que llegó al acuerdo para desbloquear sus cuentas bancarias y los 1200 inmuebles de su propiedad que fueron embargados.

“Yo niego el delito, pero prefiero llegar a un acuerdo para salir de este enredo”, señaló el ex funcionario. De este modo, Estevao deberá pagar al Estado una anticipo de 40 millones de dólares y 96 cuotas de 2 millones de dólares a cambio de que se cierre la causa judicial en su contra. Estevao era dueño de la constructora OK, que se asoció a Incal y que había ganado la licitación para construir el predio destinado a una nueva sede del Tribunal Regional de Trabajo. En este sentido, el ex senador fue acusado hace doce años de formar parte de una red de corrupción que se apropió entre 1994 y 1999 de 85 millones de dólares destinados a esa megaobra.

Pero una auditoría del Ministerio Público de ese distrito demostró que, con el 64 por ciento de la obra terminada, se había gastado el 98 por ciento del presupuesto original destinado a la construcción del edificio. El dinero de Incal fue transferido a OK, empresa de Estevao, en uno de los mayores escándalos sobre desvío de dinero público en Brasil. El parlamentario entró a la política en 1994, cuando fue elegido miembro de la Cámara Legislativa del Distrito Federal de Brasilia, y cuatro años después accedió a un escaño en el Senado, en representación del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

Luego de ser acusado formalmente por los actos de corrupción denunciados en San Pablo, perdió su escaño parlamentario el 28 de junio del 2000, fecha que quedó en la historia del Parlamento pues Estevao fue el primer senador destituido desde la constitución del Senado brasileño en 1826. Ese hecho hasta ahora sólo se repitió este año, cuando el legislador Demóstenes Torres corrió la misma suerte, también por denuncias de corrupción. Estevao, empresario y banquero de 62 años, es dueño de un conglomerado de empresas del área de la construcción que operan sobre todo en Brasilia y está considerado uno de los hombres más ricos del país. La decisión se produce en momentos en que el Tribunal Supremo juzga a 37 acusados en un escándalo de corrupción denunciado en 2005 durante el gobierno de Lula.