EL MUNDO › LA AIEA Y WASHINGTON REDOBLARON SUS PRESIONES
Ayatolas en la tenaza nuclear
La presión internacional sobre Irán sigue en aumento. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIAIEA) advirtió ayer a Teherán que debe aceptar “sin condiciones” las inspecciones de sus actividades atómicas. Y la Casa Blanca lanzó ayer una nueva advertencia a Irán para que cumpliera con las exigencias de la AIAIEA, que supervisa que el plan nuclear de Teherán sea estrictamente civil. “Irán debe cumplir. De lo contrario, el mundo llegará a la conclusión de que Irán puede estar produciendo armas nucleares”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. Estas nuevas advertencias se produjeron en el nuevo día de manifestaciones estudiantiles contra el clero islámico conservador de Irán, que también fueron saludadas anteayer por la Casa Blanca.
Fleischer expresó la satisfacción del gobierno de Washington con la seria advertencia que la AIAIEA hizo ayer a Teherán para que, antes de septiembre, brinde toda la información sobre sus actividades nucleares y permita las inspecciones necesarias para verificar que no tiene planes de construir armas atómicas. La AIAIEA pidió a Irán que acepte sin condiciones la inspección de sus instalaciones atómicas, adoptando un texto de compromiso frente a la línea “dura” de Estados Unidos, que esperaba que el organismo de la ONU condenara el programa nuclear de Teherán. “El presidente se congratula del informe de la AIAIEA que pidió a Irán aceptar la inspección sin restricciones a sus instalaciones nucleares” declaró el portavoz presidencial a los periodistas en el avión que transportaba a Bush a Fridley, Minnesota, donde debía pronunciar un discurso. Fleischer agregó que el presidente está satisfecho con ese informe, ya que supone un “refuerzo internacional” a su llamado de anteayer para que la comunidad internacional actúe de forma unánime respecto de Irán y que ese país informe sobre su programa nuclear. Estados Unidos considera a Irán, junto a Corea del Norte y al Irak previo a la intervención militar norteamericana de marzo, como miembros de “un eje del mal” para desarrollar armas de destrucción masiva y promover el terrorismo.
Mientras tanto, en Teherán, miles de manifestantes iraníes seguían protestando contra los dirigentes del régimen islámico. Los iraníes sacaron nuevamente sus automóviles a las calles el miércoles por la noche como vienen haciéndolo desde hace nueve días, pero en esta oportunidad cambiaron de barrio y se dirigieron al Teherán Pars, en medio de un estricto dispositivo de vigilancia policial. Los vehículos causaron un gran embotellamiento de tránsito, haciendo sonar sus bocinas en señal de protesta, pero la gente no salía de los coches por temor a ser detenidos o sufrir represalias de extremistas islámicos. Los manifestantes respondieron claramente al llamado lanzado por las emisoras televisivas que emiten en lengua persa por satélite desde Los Angeles y están dirigidas por monárquicos hostiles al régimen que impera en Irán.