La ex mandataria Michelle Bachelet avanzó un paso más en su objetivo de retornar a la presidencia de Chile, al ser proclamada ayer oficialmente como precandidata de la oposición por el Partido Socialista (PS) y por el Partido por la Democracia (PPD). Durante el lanzamiento, realizado en el Teatro Caupolicán, la ex presidenta destacó las propuestas del fin al lucro en la educación, del sistema binominal y un cambio generalizado de la actual Constitución.

Unas seis mil personas, la capacidad total del recinto, colmaron las gradas del céntrico teatro de Santiago para aclamar a la ex jefa de Estado. En las afueras del teatro, tradicional escenario de proclamaciones políticas, conciertos y espectáculos, se instaló una pantalla gigante para que pudieran seguir el acto quienes no lograron ingresar. Previo al inicio, se exhibió un video que mostró los últimos días de Bachelet en Nueva York como directora de ONU Mujeres, su renuncia a ese organismo, su oficina vacía y su regreso a Chile. “Estoy de regreso en el país con toda la energía y también con todo la humildad que requiere este desafío”, exclamó al comienzo. En su discurso, Bachelet destacó la desigualdad en Chile y aclaró que el pilar de su propuesta es combatirla. “Aquí estamos los que queremos a un Chile con más ciudadanía, con más solidaridad, con más futuro”, remarcó.

Con respecto a la educación explicó que hay que iniciar una reforma profunda que asegure educación pública y de calidad, que garantice el fin del lucro y que avance en la gratuidad universal. También expresó que es necesario llevar adelante una reforma tributaria que permita contar con más recursos y que haga que los que tienen más contribuyan más. “Desde que recuperamos la democracia, Chile ha tenido crecimiento y progreso, pero seamos justos, hubo reformas que quedaron sin hacer. Un país necesita de cambios profundos y es por eso he dicho que debemos construir una nueva mayoría social y política”, sostuvo. Durante su alocución, uno de los cambios que mencionó como necesarios fue el sistema binominal. “Debemos comprometernos para que esta elección en Chile sea la última elección bajo el sistema binominal. Es esencial terminar con un sistema que es un freno para reformas esenciales. Pero esto no se reduce sólo al cambio electoral”, añadió. Por último, la precandidata insistió en que Chile necesita una nueva Constitución, nacida en democracia y que garantice los derechos económicos y sociales de todos los chilenos.

Las elecciones primarias, que se realizarán el 30 de junio, fueron por primera vez reglamentadas a través de una ley y será en esa fecha cuando los principales bloques políticos elegirán sus candidatos a las presidenciales del 17 de noviembre. Antes, los partidos o bloques podían realizar primarias internas, pero sin contar con financiación estatal ni un reglamento legal para celebrarlas, aunque la ley ratificó su carácter voluntario. En esa primera etapa, como representante del PS y el PPD, Bachelet buscará frente a otros tres candidatos la candidatura única de la opositora Concertación, coalición de centroizquierda que gobernó Chile entre 1990 y 2010. Ese día, Bachelet se enfrentará a Claudio Orrego, de la Democracia Cristiana (DC), a su ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, y al senador José Antonio Gómez, del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD). La DC, que se propuso ganar las primarias, también proclamó ayer oficialmente a Orrego como representante, en un acto paralelo al de Bachelet celebrado en el barrio obrero de La Granja, en el área sur de la capital chilena.

En tanto, las primarias del oficialismo serán dirimidas entre Laurence Golborne, ex ministro de Obras Públicas del presidente Sebastián Piñera, respaldado por la Unión Demócrata Independiente (UDI), y Andrés Allamand, ex titular de Defensa del actual gobierno, candidato de Renovación Nacional (RN), el partido de Piñera. Hay también otros candidatos a los comicios de noviembre que no estarán en las primarias, entre los que se destaca Marco EnríquezOminami, que en 2009 protagonizó la gran sorpresa en las presidenciales de ese año, al superar el 20 por ciento de los votos en la primera vuelta.

Sin embargo, todo indica que la postulante del PS será finalmente la candidata de la Concertación, ya que la ex presidenta lidera frente a sus competidores internos que obtienen porcentajes inferiores en los sondeos. De acuerdo con la encuesta CEP –una de las más importantes en Chile–, Bachelet obtuvo un 54 por ciento de preferencias en la intención de votos, un 85 por ciento de menciones positivas respecto del político mejor evaluado para ser presidente y un 76 por ciento de apoyo a la política que genera mayor confianza para liderar un próximo gobierno. El alto nivel de aprobación a la ex mandataria se mantiene a pesar de los constantes intentos de parte del actual gobierno de Piñera por tratar de restarle popularidad, criticando el actuar de Bachelet frente al terremoto del 27 de febrero de 2010.