El gobierno del nuevo presidente de Paraguay, Horacio Cartes, anunció reformas de los sistemas de salud y penitenciario y realizó gestos conciliadores hacia los países vecinos del Mercosur. “La red de salud pública está en crisis desde el momento en que hay un desorden y descontento generalizado, con funcionarios desmotivados que amenazan con paros o huelgas”, dijo el ministro de Salud Antonio Barrios, médico personal del presidente. La ministra de Justicia y Trabajo, Sheila Abed, también declaró al tomar el mando de esta cartera que realizará un rediseño del sistema penitenciario en materia de infraestructura, alimentación y situación procesal. Las primeras decisiones del gobierno de Cartes también incluyeron el cambio inmediato de altos mandos policiales y el nombramiento de un nuevo encargado de la lucha contra el narcotráfico, Luis Rojas, en sustitución de Francisco de Vargas, que asumió la cartera de Interior. En el plano internacional, el presidente y su ministro de Exteriores, Eladio Loizaga, se mostraron dispuestos a emprender un rápido acercamiento con los gigantes vecinos, Argentina y Brasil.

Barrios quiere reformar la red de atención primaria que el ex presidente Fernando Lugo (2008-2012) puso en marcha en todo el país, dando, por primera vez, acceso universal gratuito a la salud a los ciudadanos paraguayos. El nuevo titular pretende integrar los centros ambulatorios establecidos por Lugo en las pequeñas localidades del país con el resto de servicios de atención pública como el Instituto de Previsión Social (IPS), que actualmente da cobertura a 1,2 de los 6,5 millones de paraguayos, para terminar con la dicotomía que hasta ahora existe.

“Vamos a hacer una mirada íntegra para conocer la situación dentro de las penitenciarías”, adelantó por su parte Abed, que tendrá que buscar soluciones para una red totalmente saturada, en la que hasta un 90 por ciento de los presos están detenidos de manera preventiva. La cuestión carcelaria ha sido uno de los temas principales durante la campaña presidencial.

Ayer, el presidente viajó a Caazapá, a 200 kilómetros al sureste de Asunción, donde inauguró sus jornadas de gobierno del sábado, en las que pretende dedicar este día de la semana para conocer las necesidades de los distintos municipios del país. Acompañado por la viceministra de Salud, María Teresa Barán, Cartes se reunió con intendentes de Caazapá, que le pidieron caminos para que los productores puedan sacar sus productos, y visitó el centro de atención de salud para conocer su funcionamiento.

En Caazapá, el mandatario insistió en su idea de trabajar juntos entre todos los estamentos del Estado. “Cinco años no es nada y a la gente hay que llevarle soluciones y no problemas”, dijo Cartes. “Yo no estaré hablando de que me dejaron sin caja porque cada vez que hablo de otro ya estoy perdiendo tiempo, y de mis cinco años quiero sacar provecho. Hoy vengo a ratificarles mi promesa de campaña, pero con mucha más energía”, remarcó.

Cartes señaló que al haber pasado las elecciones ya no hay colores y se diferenció de la anterior gestión de Federico Franco. “Si ellos fueron malos, nosotros tenemos que ser buenos; si fueron injustos, debemos ser justos”, sostuvo. “Conmigo no hay sábados, domingos ni feriados, y les prometo que esto es un anticipo. Nosotros vamos a recorrer con ministros de Obras Públicas, Educación, Salud... Vamos a venir con todos e iremos anotando las prioridades”, prometió.

En la misma línea, aseguró que hará obras aunque no sepa de dónde saldrá el dinero y garantizó la continuidad del programa Tekopora (Viva bien), puesto en marcha durante la presidencia de Lugo. “Eso que decían que no vamos a ayudar a Tekopora es mentira, porque lo vamos a seguir. Inclusive yo quiero mucho más. Para mí, el mejor programa social del mundo es el trabajo digno para la gente”, expresó, e instó a no quejarse de lo que el otro no hizo.

Cartes comenzó sus actividades como presidente tras los festejos por su toma de posesión, que coincidió el jueves con el 476 aniversario de la fundación de Asunción. El mismo viernes celebró un desayuno de trabajo con empresarios nacionales y extranjeros para animarles a invertir en el país. El objetivo es acometer un plan de inversiones en infraestructura, tanto en la red de transporte como la energética y de saneamiento, que requeriría casi 10.000 millones de dólares en la próxima década, según cálculos del ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona.

Desde que Fernando Lugo fuera destituido en un juicio parlamentario en junio del año pasado y sustituido por su vicepresidente, Federico Franco, Paraguay quedó aislado regionalmente al ser suspendido del Mercosur y la Unasur. La suspensión cesó el pasado día 15, con la asunción de Cartes, quien el viernes anunció en su primera rueda de prensa como presidente que en poco tiempo visitará Brasil y elogió la decisión del país vecino de pedir el placet para un nuevo embajador en Asunción.

Cartes fue además invitado a visitar Argentina, a fin de pasar revista a todos los temas de la relación bilateral, poniendo particular énfasis en la conectividad e infraestructura fronteriza, según informó la Cancillería. El canciller argentino, Héctor Timerman, invitó a Loizaga a visitar Buenos Aires a la brevedad posible, a fin de mantener un encuentro de trabajo donde se llevarían a cabo reuniones preparatorias a nivel técnico para la próxima reunión de presidentes.