EL MUNDO › LA VIOLENCIA TOMó UN NUEVO GIRO EN EL ESTADO MEXICANO DE MICHOACáN

Las autodefensas vs. los narcos

Grupos civiles armados tomaron ayer el poblado de Nueva Italia, una ciudad de 32.500 habitantes y segundo bastión del cartel de los Caballeros Templarios, en medio de una lucha entre estos sectores y el crimen organizado.

Grupos civiles armados de autodefensa tomaron ayer el poblado de Nueva Italia, una ciudad de 32.500 habitantes y segundo bastión del cartel de los Caballeros Templarios, ubicado en el oeste de México, en medio de una lucha entre estos sectores y el crimen organizado, que se apoya en el narcotráfico. “Hemos llegado a Nueva Italia, somos el Consejo de las Autodefensas Unidas de Michoacán, llegamos a apoyarlos”, informó una fuente vinculada con ese grupo a través de las redes sociales. Los también llamados guardias o policías comunitarios ingresaron a ese poblado a bordo de decenas de camionetas a través de una zona conocida como Cuatro Caminos, ruta que conecta con el municipio de Apatzingán, en la región de Tierra Caliente del estado de Michoacán. Según lo primeros informes, al menos 150 camionetas repletas de gente armada con rifles de alto poder llegaron a esa localidad. Los pobladores recibieron a los grupos armados con comida, mientras que las mujeres y niños los vitoreaban con aplausos y carteles en los que se leía “Vivan los autodefensas”.

El arribo de estos policías comunitarios tuvo lugar sin que el ejército, que resguarda los accesos a esa localidad desde hace algún tiempo, tuviera algún tipo de intervención. El grupo armado, que surgió en febrero del año pasado, argumenta que dejarán las armas cuando hayan terminado con el crimen organizado, que tiene una amplia presencia en Michoacán. La toma pacífica de Nueva Italia se produjo horas después de que las autodefensas ingresaran a las comunidades de El Ceñidor, en el municipio de Parácuaro, y de Zapotán, municipio costero de Coahuayana, con lo que suman 16 las poblaciones de ese estado en esa situación.

El jefe de las autodefensas en La Ruana, Hipólito Mora, declaró que seguirán su avance en los municipios de Uruapan, Los Reyes, Apatzingán y Quiroga, donde los habitantes solicitaron la entrada de los líderes de las autodefensas ante las extorsiones, abusos y cobro de peaje de los Caballeros Templarios. Apatzingán es una ciudad clave del transporte de droga. Las ocupaciones de las nuevas localidades tienen lugar después de una serie de bloqueos de rutas, incendio intencional de vehículos de pasajeros y de carga y la quema de las oficinas del ayuntamiento, de un supermercado y de tiendas.

La violencia ocurre una semana después de que las autodefensas desarmaran a once policías del poblado de Parácuaro, instalaran puestos de control y tomaran la seguridad en sus manos, ante la inacción de las autoridades para hacer frente a los grupos narco. El gobierno mexicano encabezado por Enrique Peña Nieto afirmó el viernes pasado que los grupos civiles de autodefensa se encuentran al margen de la ley y no cuentan con ningún tipo de reconocimiento social.

A todo esto, en los últimos días se ha producido la quema de camiones de empresas como Coca-Cola o la cervecería Corona, unidades que fueron atravesadas, en llamas, en la ruta, para bloquear el tránsito. Tales acciones son lideradas por pobladores que se oponen a la presencia de las autodefensas. Estos guardias surgieron en febrero del año pasado, en la zona de Michoacán, para defenderse de las extorsiones y secuestros organizados por los Caballeros Templarios. Algunos de estos grupos fueron acusados de trabajar para el cartel rival Jalisco Nueva Generación. Desde que entraron en acción, las bandas civiles toman el control de la seguridad en una decena de municipios, donde vigilan la entrada y salida de vehículos, y patrullan las calles.

En tanto, el líder del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, manifestó que la situación en ese estado del noroeste del país azteca no se resolverá hasta concretar un acuerdo entre diversos sectores sociales. Asimismo, Zambrano insistió en que la presencia del ejército y la policía federal en la zona no es suficiente para devolver la tranquilidad a sus pobladores.

A pesar del recrudecimiento de la crisis en Michoacán, el presidente Peña Nieto dio un mensaje de dos minutos y medio de comienzo de año en el que no aparecieron los términos violencia, criminales o paz: “Felicitaciones a los mexicanos. Retos para el 2014”. Fin del mensaje.

En otras ocasiones, el mandatario del PRI insistió en que el tema de la violencia es un asunto de regiones más que nacional. Las cifras oficiales registran una disminución de los homicidios en Nuevo León y Chihuahua, pero en una decena de estados son moneda corriente el secuestro y la extorsión, como en Michoacán, Morelos, Guerrero, Tamaulipas y el propio estado de México. A lo largo de su primer año de gobierno, Peña Nieto ha destacado que su estrategia se compone de la coordinación entre el Ejecutivo y los gobernadores, quienes se dividieron en cinco grupos y con quienes se reúnen los ministros de Defensa, Marina, Gobernación y el comisionado de seguridad nacional. En esas reuniones se comparte información y se toman decisiones en el terreno.

Sin embargo, a pesar de las varias intervenciones del gobierno en Michoacán, hoy hay una guerra abierta en la región de la Tierra Caliente entre las autodefensas y el cartel de los Templarios.

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Un grupo de autodefensas controla los accesos al municipio de Parácuaro, en Michoacán.
 
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