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El equipo negociador del gobierno colombiano aborda el primer ciclo de conversaciones de paz de 2014, que comienza hoy en La Habana, decidido a trabajar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para lograr un acuerdo de paz y superar todos los escollos que pueda presentar este año electoral. Ese es el propósito de año nuevo del gobierno con respecto a la paz, según dijo el jefe de la delegación, el ex vicepresidente Humberto de la Calle, en una declaración previa a su viaje a La Habana, sede permanente de los diálogos desde su inicio en noviembre de 2012. “Nuestro derrotero para el 2014 es el mismo que nos orientó a todo lo largo del año pasado y es muy simple y concreto a la vez: trabajar sin descanso por alcanzar un acuerdo que le ponga fin al conflicto y nos abra definitivamente, y de una vez por todas, las puertas de la paz”, afirmó el ex mandatario.

De la Calle reiteró que nunca en una negociación con las FARC se había avanzado tanto como en esta ocasión, con la firma de dos preacuerdos sobre tierras y participación política, y a la expectativa de hablar de drogas, del proceso integral que finalizará el conflicto, de las víctimas. “A partir de mañana (por hoy) retomaremos las discusiones sobre el cuarto punto de la agenda, tercero en discusión –dijo De la Calle–, que es la solución al problema de las drogas ilícitas, asunto que la mesa comenzó a tratar a principios de diciembre y sobre el que vamos a trabajar de lleno para la construcción de acuerdos.”

De hecho, algunos medios locales especularon con la posibilidad de que la mesa anuncie un preacuerdo en febrero. Según De la Calle, el gobierno está preparado para hacer frente a las críticas y a la controversia propia del período electoral que se avecina con los comicios parlamentarios del 9 de marzo y presidenciales del 25 de mayo. “Queremos una discusión leal. Una discusión seria y responsable sobre temas vitales para Colombia. Sin inventar mitos ni tejer falsedades”, advirtió el ex vicepresidente a los contendientes del presidente-candidato Juan Manuel Santos, al identificar la campaña como una oportunidad para construir el camino de Colombia sobre la base del disenso.

Santos aspira a la reelección, mientras que su principal opositor del proceso de paz, el ex presidente Alvaro Uribe, va como candidato a encabezar la lista al Senado por el movimiento Centro Democrático, porque ya agotó los dos períodos en el gobierno que contempla la ley. En este nuevo año ambas delegaciones contarán con nuevos integrantes; el gobierno con dos plenipotenciarias que se estrenaron en el último ciclo de 2013 y las FARC con la futura incorporación de Guillermo Enrique Torres, alias “Julián Conrado” o “el cantante de las FARC”.

Según la guerrilla, Torres se sumará al equipo negociador una vez que mejore su estado de salud, luego de ser excarcelado el jueves por las autoridades venezolanas y trasladado a La Habana, gracias a que el gobierno colombiano anuló la petición de su extradición. Esta polémica decisión, que fue cuestionada la semana pasada por algunos sectores de la opinión pública, fue justificada ayer por De la Calle, quien señaló que las partes son libres de configurar sus equipos y atribuyó el traslado de Conrado a “consideraciones humanitarias”.

La ronda que comienza hoy, y que tendrá lugar hasta el 23 de enero, coincide con el fin de una tregua unilateral navideña que declararon las FARC durante 30 días el 15 de diciembre, y que según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac) fue violada en al menos diez ocasiones.