EL MUNDO › REVELACIONES AL DIA SIGUIENTE DEL ATAQUE A LA SEDE DE NACIONES UNIDAS EN BAGDAD

Cuando los okupas hicieron oídos sordos

El atentado contra la sede de la ONU en Bagdad sumó 24 víctimas hasta ayer. Una investigación preliminar del FBI determinó que el explosivo utilizado pertenecía al arsenal del régimen saddamista. Según el jefe del Consejo de Irak, Ahmed Chalabi, EE.UU. fue avisado sobre la posibilidad de un ataque a “objetivos blandos”.

El ataque contra el cuartel general de la ONU en Irak confirma el salto cualitativo que la resistencia iraquí dio en sus operaciones contra las fuerzas de ocupación a partir del atentado contra la Embajada de Jordania el pasado día 7. El jefe del Consejo Nacional de Irak, Ahmed Chalabi, dijo que había advertido a Estados Unidos sobre la posibilidad de un atentado como el que anteayer causó al menos 24 muertos y decenas de heridos. “Las informaciones indicaban que sería utilizado un camión-bomba, conducido por un kamikaze o equipado por un detonador activado a distancia”, dijo Chalabi. Según fuentes del FBI citadas por la cadena CNN y el diario The New York Times, los explosivos usados en el atentado pertenecían a las fuerzas militares del derrocado Saddam Hussein. Con todo, el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, anunció que no enviará más tropas a Irak.
En un clima de descontento general, pueden haber empezado a encontrar simpatías los elementos residuales del Partido Baas, de los innumerables servicios secretos o algunos voluntarios árabes que no volvieron a casa, un magma al que Estados Unidos culpaba hasta ahora de los ataques contra sus tropas y los sabotajes aparentemente inconexos. La reciente atribución de responsabilidad a Ansar al Islam, un oscuro grupo presuntamente vinculado con Al-Qaida, no ha sido suficientemente documentada. Desde el pasado 1º de mayo, cuando el presidente George W. Bush dio por concluidas las operaciones militares, 60 soldados estadounidenses, 6 británicos y un danés han muerto en atentados terroristas –ayer murió otro en un accidente en un convoy en Tikrit–.
El envío de tropas adicionales a Irak no es considerado necesario por Estados Unidos a pesar del atentado contra la sede de Naciones Unidas en Bagdad, aseguró ayer en Honduras Donald Rumsfeld. Agradeció al gobierno de Honduras su apoyo por el envío de un contingente de 370 soldados hondureños a Irak, durante una visita relámpago a Tegucigalpa. La denominada fuerza “Plus Ultra” estará integrada por tropas de España, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana. El secretario estadounidense destacó que hay entre “30 y 40 países” colaborando, de una u otra forma, y que los esfuerzos van a persistir, como lo afirmó Bush. Rumsfeld admitió que para las fuerzas multinacionales se está haciendo difícil evitar el terrorismo en un país “que tiene el tamaño del estado de California”. Al día siguiente del atentado, el FMI y el Banco Mundial decidieron que por seguridad sus empleados salieran de la capital iraquí rumbo a Jordania.
El propio Chalabi dijo que el 14 de agosto antiguos miembros del servicio secreto iraquí, combatientes de los Fedayines de Saddam y extremistas llegaron un acuerdo para cometer atentados contra “objetivos blandos” como sedes de partidos y de la ONU. El Consejo de gobierno provisional compartió esta información con las fuerzas estadounidenses, que son las responsables de la seguridad en la región. Chalabi afirmó que los extremistas iraquíes están muy bien organizados y que tiene relaciones con responsables de algunos países árabes.
“Esta no fue una bomba casera”, señaló Tom Fuentes, quien encabeza a un grupo de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en la investigación sobre el atentado en la capital iraquí, que causó la muerte del representante de la ONU en Irak, el brasileño Sergio Vieira de Mello. Fuentes agregó que la bomba se elaboró con explosivos de uso militar y que no se precisaron grandes conocimientos para fabricarla. El agente federal manifestó, en declaraciones hechas en Bagdad a CNN, que el dispositivo detonado frente al cuartel de la ONU en la capital iraquí se fabricó con unos 500 kilos de municiones, incluyendo una bomba de 250 kilos, que formaban parte del arsenal de Saddam “durante la era soviética”.
La investigación preliminar no ha determinado aún si se trató de un atentado suicida, pero Fuentes indicó que el grupo investiga unos restos humanos encontrados en el cráter dejado por la explosión. “No estamosseguros si esos restos humanos pertenecen al conductor del camión” en que fueron transportados los explosivos. Hasta el momento, ningún grupo se ha atribuido el ataque, el más grave desde que Bush anunció el 1º de mayo pasado que había concluido la campaña militar en ese país del Golfo.

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Los soldados estadounidenses custodian lo que queda del hotel Canal, sede de las Naciones Unidas, que fue destruído por un ataque.
 
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