EL MUNDO
El viejo amigo de Arafat lo puso contra la pared
El premier Mahmud Abbas presionó con su renuncia a Yasser Arafat, al día siguiente del atentado en Jerusalén. Israel actuará contra Hamas y la Jihad Islámica.
El primer ministro palestino, Mahmud Abbas (Abu Mazen) le dio un ultimátum al líder Yasser Arafat. Dijo que renunciará a su cargo con un número indeterminado de sus ministros más allegados si Arafat y la Organización por la Liberación de Palestina (OLP) no aceptaban ayer las medidas que ha decidido contra Hamas y la Jihad Islámica. Fue al día siguiente del atentado suicida perpetrado en Jerusalén y reivindicado por Hamas y la Jihad Islámica. Israel cortó los contactos diplomáticos con la Autoridad Palestina y anunció una represalia. Tanques israelíes incursionaron en la localidad de Tulkarem y dispararon, matando a dos palestinos. Según radio israelí, el ejército de Israel está autorizado a actuar contra Hamas y la Jihad.
Abbas pidió anoche al presidente Arafat y al Consejo Central de la OLP, reunido en Ramala, que ratifiquen una orden de arresto contra un número indeterminado de activistas de Hamas y la Jihad en reacción al atentado suicida que dejó 20 muertos y decenas de heridos. La lista, que incluye un número indeterminado de militantes de las dos organizaciones islámicas que reivindicaron el sangriento atentado, ha sido elaborada por el gobierno de la Autoridad Palestina (AP) en una reunión de “emergencia” que celebró anoche en la ciudad de Gaza, según una fuente gubernamental. El premier presentó personalmente la lista a Arafat, para que la ratifique y los cuerpos de seguridad que están bajo su mando ayuden en las detenciones. Arafat controla cinco de los cuerpos de seguridad de la AP, entre ellos dos de los servicios de información, vitales para la operación. Los otros tres cuerpos están bajo el mando del ministro de Asuntos de Seguridad, Mohamed Dahlán. La AP considera responsables a esas dos organizaciones extremistas del deterioro de la situación en la zona y del desmoronamiento de la tregua del 29 de junio.
Otras fuentes y medios de prensa han informado que entre las medidas que el gobierno palestino ha decidido se hallan la de prohibir a la prensa local transmitir imágenes o discursos de los dirigentes de los dos movimientos islámicos, así como el cierre de sus instituciones. Hasta ahora ninguna fuente oficial ha confirmado las medidas adoptadas esta noche por el gobierno palestino, que aún dependen de la ratificación de la OLP. Observadores palestinos dijeron que Abbas quiere que la OLP las ratifique para que sean inapelables desde el punto de vista jurídico, al saber que su gobierno no cuenta con la legitimidad del pueblo por no haber sido elegido en elecciones libres.
Israel, que ha suspendido los contactos diplomáticos con la AP, amenazó ayer con que su ejército responderá al atentado si Abbas no da pasos serios e inmediatos en la lucha contra las milicias. El gobierno de este país también estuvo reunido ayer en formato reducido para estudiar las medidas de represalia por el ataque. “El atentado en Jerusalén ensombrece la lucha del pueblo palestino y su compromiso con la última iniciativa de paz del Cuarteto de Madrid, la Hoja de Ruta”, dijo Nabil Amer, ministro de Información de la AP, al concluir la reunión del gobierno palestino, que duró menos de dos horas. A la vez, el ministro exhortó a Israel a no cumplir sus amenazas de represalia para no empeorar las cosas y derrumbar con ello el proceso diplomático iniciado en Aqaba el 4 de junio.
Una fuerza especial del ejército israelí irrumpió anoche en la ciudad cisjordana de Tulkarem donde dos hermanos palestinos murieron y otros cuatro resultaron heridos por disparos de tropas israelíes. Las tropas se habían infiltrado en uno de los barrios de la ciudad, vestidos de civiles y disfrazados de palestinos y capturaron a otros cinco palestinos a los que acusaron de estar planeando nuevos ataques contra Israel.