EL MUNDO › ANNAN ACUSA A EE.UU. POR LA INSEGURIDAD DE IRAK
El dedo apunta a George W.
Por José Manuel Calvo *
Desde Washington
Todas las banderas arriadas frente a la sede de Naciones Unidas en Nueva York –de todos los países del mundo– y una, a media asta: la bandera de la ONU. Con la comunidad internacional de luto por la mortífera jornada del martes, el secretario general de la organización, Kofi Annan, criticó ayer a los gobiernos de Washington y Londres por no ser capaces de garantizar la seguridad en el territorio iraquí. Paul Bremer, el administrador civil de Estados Unidos en Irak, niega que el país se encuentre en pleno caos, pero admite que hay un salto cualitativo en los ataques.
Kofi Annan interrumpió sus vacaciones en Estocolmo –su mujer es sueca– para regresar urgentemente a Nueva York y reunirse con el Consejo de Seguridad, este mes bajo presidencia de Siria. Además de condenar la brutalidad del atentado contra el Hotel Canal de Bagdad, sede de la ONU en la capital iraquí, y de lamentar la pérdida de vidas humanas, Annan lanzó un reproche a las naciones ocupantes: “Habíamos confiado en que, a estas alturas, la fuerza angloamericana habría garantizado las condiciones de seguridad que nos permitieran trabajar en la reconstrucción económica y en el restablecimiento de las instituciones. Eso no ha sucedido”. El secretario general dijo que la ONU continuará trabajando en Irak: “Vamos a seguir allí. Es un trabajo esencial el que tenemos que hacer, no nos vamos a dejar intimidar”.
¿En qué condiciones seguirá trabajando la ONU? Ese es uno de los debates que se reabren después del atentado, porque la fórmula de la resolución 1483, aprobada el pasado 22 de mayo, sirvió para superar los enfrentamientos de la guerra en el Consejo de Seguridad y para dar a la ONU un papel en la reconstrucción de Irak, pero en el marco de la ocupación militar, con poderes muy restringidos y funciones meramente humanitarias y de asesoría. El responsable británico de Exteriores, Jack Straw, declaró ayer a la BBC que tanto Londres como Washington “están abiertos a debatir en el Consejo de Seguridad la forma en la cual puede reforzarse el papel de la ONU respecto de la seguridad en Irak”. Straw, que cree que el ataque del martes es “una llamada de alerta para todo el mundo”, deslizó un reproche hacia el Consejo de Seguridad al decir que el organismo no ha solicitado nunca con claridad el establecimiento de una fuerza de Naciones Unidas en Irak.
Desde la capital iraquí, Paul Bremer, administrador civil de Estados Unidos para la reconstrucción del país, dijo ayer que su gobierno cree que el ataque no está directamente relacionado con los anteriores sabotajes o atentados contra soldados. “Es de una escala distinta a los que hemos visto hasta ahora”, declaró Bremer a la CNN, sin descartar que pueda haber sido obra de elementos ligados al partido Baas de Saddam Hussein.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.