Sábado, 5 de julio de 2014 | Hoy
EL MUNDO › FUE ARRESTADO POR INTENTAR VENDER 218 DOCUMENTOS A LA NSA A CAMBIO DE 25 MIL EUROS
El detenido, cuya identidad no trascendió, admitió haber pasado detalles sobre la creación de un comité especial del Parlamento alemán que investigará las revelaciones del ex analista de la CIA Edward Snowden.
Un agente del Servicio Federal de Inteligencia (BND) de Alemania fue arrestado y acusado de espiar para Estados Unidos, según informaron ayer dos parlamentarios alemanes. El agente habría sustraído 218 documentos para venderlos a la inteligencia estadounidense por 25 mil euros. El detenido, cuya identidad no trascendió, admitió haber pasado detalles sobre la creación de un comité especial del Parlamento alemán que investigará las revelaciones del ex analista de la CIA Edward Snowden, de acuerdo con los legisladores. “El empleado del servicio de inteligencia alemán se puso en contacto en 2012 con la embajada de Estados Unidos en Berlín para ofrecerle documentos interesantes”, explicó el diario Bild. Los legisladores de la oposición pidieron consecuencias diplomáticas si se demuestra que las acusaciones son ciertas.
La detención se practicó por orden de la fiscalía federal, que el jueves procedió a comunicarlo a la comisión de secretos oficiales del Parlamento y a la que investiga el escándalo del espionaje masivo de Estados Unidos, así como a la canciller alemana Angela Merkel. Según la edición digital de Der Spiegel, el hombre habría confesado que vendía sus servicios a Wa-shington y recibía las instrucciones a través de la embajada estadounidense en Berlín.
Por su parte, Süddeutsche Zeitung indicó que el sospechoso trató de contactarse con los servicios secretos rusos, aunque se desconoce si también transfirió información en esa dirección. Las informaciones difundidas por estos medios, así como la televisión pública ARD, no fueron confirmadas por ningún estamento oficial hasta el momento.
En un primer comunicado, la fiscalía federal informó el jueves simplemente de la detención de un hombre por sospechas de trabajar para un servicio secreto extranjero, sin ofrecer más detalles. Asimismo, el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, rehusó ayer dar más datos al respecto, pero indicó que Berlín se tomaba el asunto “muy en serio” y explicó que Merkel había sido informada del caso el mismo día de la detención. El portavoz declinó comentar si la canciller había abordado la cuestión con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la conversación mantenida el jueves en relación con el conflicto de Ucrania.
“El gobierno alemán va a esperar a ver el informe final de las investigaciones de la fiscalía alemana”, sostuvo Seibert. “Si sale algo se tomarán las consecuencias que tengan que ser tomadas, pero aún no estamos en ese momento”, agregó. En tanto, la embajada de Estados Unidos en Berlín, el Departamento de Estado en Wa-shington y la Casa Blanca rechazaron realizar comentarios.
Pocas horas después de esta reacción, el Ministerio de Exteriores anunció, en un breve comunicado, que se había convocado al embajador de Estados Unidos John Emerson a una “conversación” relacionada con el caso.
Más allá de las explicaciones de la fiscalía y del gobierno, el caso del presunto doble agente desató una ola de reacciones por parte de los miembros de la comisión del Bundestag que investiga las actividades de la NSA, quienes exigen el completo esclarecimiento del asunto. Tras el escándalo de las filtraciones de Snowden, Berlín pidió a Washington un “acuerdo de no espionaje” entre aliados cercanos, pero Estados Unidos se muestra reacio.
El presidente de la fracción parlamentaria del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Thomas Oppermann, reclamó una explicación incondicional. “Sería un enorme ataque a la libertad del Parlamento y a nuestras instituciones democráticas en su conjunto”, afirmó. “Estados Unidos tiene la obligación moral ahora de explicar lo sucedido”. Mientras, la oposición lo calificó del “mayor caso de espionaje en Alemania”.
El diputado verde Konstantin von Notz, miembro del comité parlamentario que investiga las escuchas, recordó que, según la Constitución, el Parlamento es el responsable de controlar los servicios de espionaje. “Aunque sólo fuera por el intento de pervertir este principio, esta es una cuestión que merece una dura respuesta diplomática”, consideró.
Las actividades de la NSA en Alemania han originado persistentes tensiones entre Berlín y Washington, sobre todo tras conocerse que el espionaje de Estados Unidos realizó escuchas a un teléfono de Merkel, cuestión que a su vez derivó en la apertura de un sumario por parte del fiscal federal, Harald Range. Las revelaciones en torno del presunto doble agente siguen a la declaración el jueves ante la comisión parlamentaria de los ex técnicos de la NSA Thomas Drake y William Binney. Este último afirmó que el espionaje estadounidense actúa con procedimientos propios de las dictaduras. “Quieren estar informados de todo”, aseguró Binney, y agregó que las prácticas de la NSA adoptan formatos “sólo conocidos hasta ahora bajo dictaduras”.
Desde la comisión del Bundestag se instó al fiscal Range a incluir en su sumario por las escuchas a Merkel el caso de un estudiante que habría sido espiado por la NSA. El estudiante, Sebastian Hahn, había de-sarrollado un servidor capaz de borrar las huellas de los usuarios de Internet y burlar así la vigilancia de los servicios de espionaje de Estados Unidos. Hahn sería, junto con Merkel, el segundo ciudadano alemán identificado con nombre y apellido a quien la NSA habría sometido a escuchas y, por tanto, tendría el mismo derecho a que su caso fuera abordado por la fiscalía federal.
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