Miles de personas se congregaron ayer en Jerusalén este para el entierro de un adolescente palestino secuestrado y asesinado esta semana, en una presunta venganza de colonos judíos radicales por el crimen de tres jóvenes israelíes. Al grito de “la sangre de los mártires nos redimirá”, jóvenes, ancianos, mujeres y niños del barrio de Shuafat rindieron homenaje a Mohamed Abu Khdeir, de 16 años, cuyo cuerpo apareció quemado y con signos de violencia en un bosque de Jerusalén. Desde que fue descubierto el cuerpo, el miércoles, más de 300 personas han resultado heridas en enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí en varias zonas de la ciudad santa, cuya población árabe celebró ayer el primer viernes del mes sagrado de Ramadán. En tanto, aviones de combate israelíes atacaron ayer tres supuestas posiciones del grupo islamista Hamas en el sur de Gaza, en represalia por el lanzamiento de trece proyectiles desde la Franja, diez de los cuales cayeron en territorio de Israel sin causar víctimas.

El vocero de la policía israelí, Micky Rosenfeld, dijo que la ciudad estaba en calma luego de dos días de disturbios. “Haremos pagar a Israel por esto. La sangre de los mártires no se derrama en vano”, expresó Mohamed Alfadi, un joven de Shaufat, un barrio palestino próximo al casco antiguo de Jerusalén. La procesión fúnebre comenzó poco después de la oración del viernes en una mezquita abarrotada de ese barrio de la ciudad, donde eran latentes la ira y el dolor de los asistentes por la muerte del adolescente.

A pocos metros, en la casa familiar, allegados y vecinos esperaban la entrega del cadáver por parte de las autoridades israelíes, que han retrasado este momento aduciendo la necesidad de practicar una autopsia al joven antes de ser enterrado. “No nos han querido entregar el cadáver. No han querido que el pueblo palestino entierre al joven como ellos enterraron a sus tres jóvenes entre miles de personas”, dijo un familiar del fallecido que no quiso identificarse. El retraso en la entrega del cadáver, tras una polémica autopsia, fue una de las razones que provocaron la noche del jueves graves disturbios en este barrio de Jerusalén que acabaron con quince heridos y que amaneció ayer cercado por los cuerpos de seguridad israelíes.

El asesinato del adolescente palestino se produjo después de que Israel enterrara, en una ceremonia multitudinaria de duelo nacional, a tres jóvenes israelíes que desaparecieron el 12 de junio en los territorios palestinos de Cisjordania. Los jóvenes estudiantes fueron hallados sin vida el lunes pasado cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón y el hecho despertó una ola de ataques anti árabes por parte de nacionalistas judíos. El gobierno de Israel culpa a los radicales islamistas de Hamas del secuestro y asesinato de los jóvenes, para cuya búsqueda el ejército realizó un vasto operativo que dejó cinco palestinos muertos y más de 400 detenidos. La aviación y la armada israelí bombardearon esta semana decenas de objetivos de la Franja de Gaza, la región costera gobernada por Hamas, en represalia por la muerte de los jóvenes y en respuesta a ataques con cohetes desde Gaza. Al menos diez palestinos resultaron heridos por los bombardeos contra Gaza, según fuentes locales.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, y los familiares de Khdeir dijeron que el adolescente fue asesinado por colonos judíos radicales en venganza por el crimen de los jóvenes israelíes. La policía israelí dice que hay una investigación en curso y que aún no están claras las motivaciones.

El crimen fue condenado por las autoridades israelíes, y el primer ministro Benjamin Netanyahu buscó ayer calmar la situación al volver a repudiar el asesinato y prometer que los culpables serán encontrados. “Aún no conocemos los motivos ni las identidades de los autores, pero ya los conoceremos. Llevaremos a los responsables ante la Justicia por este crimen despreciable, quien quiera que sean”, aseguró el premier en un discurso en la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv por el día de la independencia norteamericana. “El asesinato, los disturbios, la incitación y la justicia por mano propia no tienen lugar en nuestra democracia”, agregó.

Sin embargo, la ofensiva continuó. La aviación israelí bombardeó ayer tres “objetivos terroristas” en el sur de la Franja de Gaza. “El ejército israelí está preparado y dispuesto para proteger a los ciudadanos israelíes contra cualquier amenaza y continuará trabajando el tiempo que sea necesario para restaurar la calma”, aseguró la institución en un comunicado recogido por el diario Haaretz. “El grupo terrorista Hamas es el objetivo y es el responsable”, añadió el ejército israelí. El gobierno israelí responsabilizó al grupo islamista de estar detrás del secuestro y asesinato de los tres jóvenes judíos.

Como consecuencia de este secuestro, el gobierno de Netanyahu lanzó una operación en Cisjordania durante la que se detuvo a cientos de palestinos, muchos de ellos integrantes de Hamas. En respuesta, milicianos palestinos en la Franja incrementaron los disparos de cohetes hacia el sur de Israel.

Estos disparos fueron respondidos con bombardeos israelíes, que ocasionaron la muerte a tres milicianos, a un niño de siete años y heridas a 25 personas más, en su mayoría civiles.

Fuentes egipcias admitieron ayer que el gobierno de El Cairo media entre Hamas e Israel para salvar la tregua firmada en 2012, tras la cruenta operación israelí Pilar Defensivo.