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El EI tomó en los últimos días el control de más de sesenta pueblos en las inmediaciones de la región de Kobani, uno de los principales enclaves kurdos del norte de Siria, informó ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La ONG señaló que los radicales se hicieron con el dominio de esas poblaciones después de que milicianos de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo se retiraran de una decena de ellas.

La organización agregó que por el momento se desconoce el destino de los habitantes de los pueblos cuyo control tomó el EI. El portavoz de la principal formación política kurda de Siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD, en sus siglas en kurdo), Nauaf Jalil, aseguró que la situación es muy peligrosa. Jalil detalló que el EI emplea carros de combate y armas pesadas en su asalto, mientras que las llamadas Unidades de Protección del Pueblo Kurdo recibieron refuerzos desde Turquía, ya que muchos jóvenes kurdos del otro lado de la frontera acudieron en respuesta a las llamadas de cooperación.

El portavoz añadió que miles de personas huyeron de sus casas en dirección a Turquía, que –aseguró– les está impidiendo cruzar la frontera. No obstante, la cadena turca NTV afirmó ayer que Ankara abrió la frontera para permitir la entrada de los refugiados kurdos sirios. Jalil hizo asimismo un llamamiento a la comunidad internacional, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para que acudan a defender a los kurdos, no sólo de Kobani, sino también de otras provincias sirias amenazadas por los insurgentes del EI.

Ayer, las autoridades de la región autónoma del Kurdistán iraquí instaron también a la comunidad internacional a intervenir para ayudar a la población de Kobani. En un comunicado, el gobierno del Kurdistán llamó al Consejo de Seguridad de la ONU, a Estados Unidos y a las potencias occidentales a tomar medidas “para proteger la ciudad de los terroristas del EI y enviar ayuda humanitaria a la población”. También instaron a la colaboración de Irak y de Irán para apoyar a los combatientes que defienden Kobani.

Los ataques y bombardeos del EI contra Kobani causaron, según la nota, decenas de muertos y heridos y graves destrozos materiales. Las autoridades del Kurdistán indicaron que el asalto de los jihadistas coincide, por suerte, con la decisión de Estados Unidos de atacar desde el aire al EI en todas partes.

Los kurdos sirios están presentando una dura resistencia al avance del EI. No es la primera vez que las áreas de mayoría kurda son objetivo de los jihadistas en Siria. Los kurdos sirios se concentran, sobre todo, en la provincia de Al Hasaka (nordeste) y en las regiones de Afrin y Kobani, en Alepo (norte), y suponen el 9 por ciento de la población del país.