EL MUNDO › AMARGA DISPUTA ENTRE CONSERVADORES Y LABORISTAS POR EL PLAN DEL PREMIER BRITANICO DAVID CAMERON

No terminaron de ganar y ya se pelean

Sin su contingente del Parlamento escocés, un futuro gobierno laborista tendrá que luchar para conseguir que sus presupuestos y sus leyes sean aprobadas en la Cámara de los Comunes.

 Por Andrew Grice y
Oliver Wright *

El consenso entre los partidos que derrotó a las convocatorias de la independencia de Escocia fue roto inmediatamente por una amarga disputa entre los conservadores y los laboristas sobre el plan de David Cameron para presentar “votos ingleses para las leyes inglesas”. El Laborismo acusó al primer ministro de “hacer políticas partidarias” con una “solución rápida”, advirtiendo que sus reformas radicales podrían paralizar un futuro gobierno laborista. Sin su gran contingente de miembros del Parlamento escocés, una futura administración laborista podría tener que luchar para conseguir que sus presupuestos y sus leyes sean aprobadas en la Cámara de los Comunes.

A su vez, los conservadores acusaron al líder laborista Ed Miliband de tratar de patear “la cuestión inglesa” para después de la convención constitucional que él propuso para el próximo otoño –después de las elecciones generales de mayo–. Escocia votó 55 a 45 por ciento en contra de retirarse de la Unión de 307 años, un margen más decisivo de lo que habían sugerido las encuestas de opinión.

Aplastado su sueño de la independencia, Alex Salmond anunció su dimisión como primer ministro de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés. Aprovechó la disputa laborista-conservadora, acusando a las dos partes de ya haber renegado de las promesas de última hora de una mayor delegación de Escocia, que ayudó a influir el referéndum. “Creo que la gente en Escocia estaría asombrada e indignada, sobre todo los que votaron por el ‘no’ con esta perspectiva”, dijo.

Algunos parlamentarios conservadores, que quieren que el primer ministro vaya más allá mediante la creación de un Parlamento Inglés, amenazaron con votar en contra de los poderes adicionales para el Parlamento de Escocia a menos que refuerce sus propuestas para Inglaterra. El primer ministro dijo: “Hemos escuchado la voz de Escocia y ahora también se deben escuchar las millones de voces de Inglaterra”.

Pero Harriet Harman, el líder adjunto del Partido Laborista, le dijo a The Independent que las propuestas de Cameron proporcionarían respuestas a la “desconexión” mostrada por el referéndum escocés. “No se puede hacer frente a un problema a nivel de base con una solución de arriba hacia abajo”, dijo. “El lo está haciendo para tratar de flanquear a UKIP (el partido de extrema derecha), contener a sus diputados rebeldes y tendernos una trampa a nosotros. Se trata de conseguir una estrecha ventaja política para el partido y no de mejorar el futuro del país.” Harman añadió: “El necesita gobernar para todo el país”.

Miliband, que quiere poner en el centro de la escena al NHS (Servicio Nacional de Salud) en la conferencia anual laborista que comienza mañana, podría descubrir que su estrategia es interrumpida por la “cuestión inglesa”. Ayer propuso “codificar” la constitución no escrita de Gran Bretaña, incluyendo la sustitución de la Cámara de los Lores con “un Senado de las naciones y regiones”.

El Laborismo se opondrá, “votos ingleses para las leyes inglesas”, con el argumento de que cualquier gobierno tiene que ser capaz de “comandar a una mayoría en la Cámara de los Comunes”. Pero el liderazgo laborista está bajo presión de algunos diputados propios para abordar la cuestión destacada por Cameron. John Denham, un aliado cercano de Miliband, dijo: “El laborismo inglés necesita su propia voz en este proceso, sin restricciones de los laboristas de otras partes de la Unión”. “Yo afirmaría que la devolución con Inglaterra se ha visto retrasada por un Partido Laborista del Reino Unido que no está convencido de que Inglaterra necesita cambiar tanto como Gales y Escocia. Ahora necesitamos una voz propia.”

Y agregó: “Cualquier intento de cambiar Westminster sin un cambio mayor en la forma en que está gobernada Inglaterra será una solución cruda, carente de legitimidad o autoridad”.

Frank Field, antiguo ministro laborista de Bienestar, dijo: “Las promesas a Escocia aseguran que el ‘asunto inglés’ dominará las elecciones generales de mayo. Los votantes exigirán a todos los candidatos ingleses que apoyen al gobierno inglés y si apoyan darles un adicional de 1500 libras al año, para siempre, para cada persona viviendo en Escocia, más allá de lo que van a votar para sus propios electores”.

Cameron está también bajo la presión de su propio partido. Owen Paterson, el ex secretario de Medio Ambiente, exigió que se convocara inmediatamente al Parlamento. Dijo: “Es inaceptable que en las últimas etapas de la campaña se le haya permitido a un ex líder laborista (Gordon Brown) hacer promesas precipitadas de ‘amplios nuevos poderes’ a los escoceses con el respaldo de los tres líderes de los partidos del Reino Unido, pero sin un mandato del Parlamento. Un acuerdo constitucional tan de-

sequilibrado no puede durar; ya está causando verdadera ira en toda Inglaterra. Si no se resuelve con justicia para todas las partes constituyentes del Reino Unido a largo plazo, se vendrá abajo.”

Peter Bone, miembro del Parlamento conservador por Wellingborough, pidió una ley de devolución: “Cubrir todo el Reino Unido” en lugar de simplemente proporcionar más poderes al Parlamento escocés. William Hague, el líder de los Comunes, que elaborará las reformas inglesas, dijo que era “inconcebible” seguir permitiendo que los parlamentarios escoceses voten sobre asuntos ingleses.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Aplastado su sueño de la independencia, Alex Salmond renunció.
Imagen: EFE
 
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