EL MUNDO › EL PERIODISTA DEL MEDIO ALEGO QUE HUBO ERRORES
La BBC duerme en el banquillo
Por Marcelo Justo
La BBC bajo la lupa. En la decimoctava jornada de la investigación de Lord Hutton sobre el aparente suicidio del experto británico en armas biológicas iraquíes, David Kelly, la famosa cadena pública británica de radio y televisión padeció el fuego cruzado de los abogados del gobierno y la familia del científico. El periodista en el centro de la tormenta, Andrew Gilligan, reconoció que cometió errores en las 19 notas radiales que emitió el 29 de mayo, pero defendió el núcleo central de su historia: que había “malestar en los servicios de inteligencia por el uso que el gobierno había hecho de su información”.
Un poco nervioso, pero conciso y medido en sus respuestas, Gilligan enfrentó al abogado del gobierno, Jonathan Sumption, uno de los más caros de Gran Bretaña, que asistió legalmente a la Cancillería británica durante el “caso Pinochet”. Con estilo de ajedrecista de alto vuelo y un ingreso anual de alrededor de dos millones de dólares, Sumption tejió una paciente telaraña para atrapar todas las potenciales contradicciones del periodista. Gilligan admitió que la primera nota radial que emitió el 29 de mayo utilizó un lenguaje “inadecuado” al decir que el gobierno incluyó en el dossier la afirmación que Irak “podía activar sus armas de destrucción masiva en 45 minutos”, a pesar de que “sabía que no era cierto”.
Además no pidió la reacción de la oficina del primer ministro a una nota que apuntaba de lleno a la principal razón invocada por el gobierno para invadir a Irak. En su descargo, Gilligan señaló que la primera nota en vivo a las seis de la mañana fue sin guión y que en las 18 subsiguientes emisiones había dicho que el gobierno sabía que su alegación era “cuestionable”. El periodista añadió que, si bien no había solicitado la reacción de la oficina del premier, sí había hablado con el Ministerio de Defensa la noche anterior a la emisión de su nota. El jefe de noticias de la BBC, Richard Sambrook, que prestó testimonio después de Gilligan, señaló que el periodista era un “buen investigador de noticias, que muchas veces no tiene la misma capacidad para redactarlas”. No obstante, en la primera fase de la investigación, dos importantes analistas de inteligencia del Ministerio de Defensa señalaron que había un claro malestar acerca de la alegación de los 45 minutos, que figura cuatro veces en el dossier de septiembre, que era una “exageración”.