La Marina indonesia encontró el martes en la parte indonesia de la Isla de Borneo tres cuerpos de dos mujeres y un hombre junto a los restos del avión de AirAsia desaparecido el domingo. La noticia fue dada en vivo y provocó escenas de dramatismo entre los familiares de las 162 personas que iban a bordo del aparato en el vuelo QZ8501.

Se encontraron tres cadáveres, y no 40 como había dicho un portavoz de la Marina indonesia antes de retractarse alegando una mala comunicación entre miembros del equipo de rescate. El director de las operaciones de rescate, Bambang Soelistyo, declaró: “Hoy hemos evacuado tres cuerpos, que ahora están en el navío de guerra Bung Tomo”.

En el cuarto día de búsqueda, del que participan buques y aviones de varios países, todo conduce a pensar que el avión, desaparecido de los radares poco después de despegar, cayó en el mar de Java, en el sudoeste de la isla de Borneo.

El dueño de la compañía aérea, Tony Fernandes, expresó su pesar por el primer accidente fatal de la empresa: “Mi corazón está lleno de tristeza por todas las familias afectadas por el vuelo QZ8501”, escribió en Twitter antes de viajar a Surabaya, la ciudad desde donde había despegado el avión, para reunirse con las familias de las víctimas.

Tras ampliar el área de búsqueda y descartar indicios anteriores, las fuerzas aéreas indonesias avistaron en el mar cerca del mediodía (local) los primeros restos del avión, entre otras cosas lo que parecía un tobogán de emergencia y parte de una puerta, así como equipajes. Después se encontraron los primeros cadáveres.

La televisión indonesia difundió imágenes en vivo del primer cuerpo hallado, que flotaba en el agua, provocando una fuerte conmoción entre los familiares de los pasajeros presentes en Surabaya. Después de conocer la noticias, algunos se desmayaron y tuvieron que ser trasladados a un hospital. “Si esa información es exacta, ¿qué puedo hacer? No puedo hacerlo revivir. Mi corazón está roto si es cierto. Voy a perder un hijo”, declaró Dwijanto, de 60 años, cuyo hijo se encontraba en el avión con cinco colegas.

La búsqueda se ha concentrado ahora en la zona donde fueron descubiertos los restos, unos 160 km al sudoeste de Pangkalan Bun, en el centro de Kalimantan, en la parte indonesia de la isla de Borneo. Es la ciudad en la que se encuentra la pista de aterrizaje más cercana, próxima al lugar donde se localizó por última vez al avión de AirAsia.

A bordo del aparato viajaban 155 indonesios, tres surcoreanos, un francés, un británico, un malayo y un singapurense. En total, siete tripulantes y 155 pasajeros, entre ellos 16 niños y un bebé.

La compañía indicó asimismo que el piloto, un indonesio, tenía 20.537 horas de vuelo, de las cuales 6100 eran con AirAsia, que tiene su base en Malasia. El copiloto era un ciudadano francés, con 2275 horas de vuelo.

En su última comunicación, el piloto de AirAsia pidió un cambio de ruta para ganar en altitud con el fin de evitar las malas condiciones meteorológicas. Según lo comunicado por autoridades del aeropuerto, “El piloto pidió al controlador aéreo desviarse hacia su izquierda debido al mal tiempo, lo que fue autorizado inmediatamente”. “Unos segundos más tarde, el piloto pidió subir de 32.000 pies a 38.000 pies, pero no pudo obtener enseguida el permiso dado que otros aviones volaban por encima en ese momento.”

El presidente indonesio, Joko Widodo, ordenó una operación “a gran escala” para recuperar a las víctimas del avión de AirAsia. “Nuestra prioridad es recuperar a todos los pasajeros y la tripulación”, dijo desde el aeropuerto de Juanda, en Surabaya, donde se encontraba reunido con los familiares de las víctimas.