A partir de hoy, con su llegada a Ecuador, el papa Francisco inicia una gira suda- mericana de siete días que lo llevará también a Bolivia y Paraguay. A este último país viajará el próximo fin de semana la presidenta Cristina Fernández para asistir a una de las misas que celebrará el Pontífice. Será la primera vez que Jorge Bergoglio visite países de habla hispana desde que fue elegido como máxima autoridad de la Iglesia Católica en marzo de 2013. En julio de ese mismo año estuvo en Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud y el regreso a la Argentina quedó postergado para el 2016, ocasión en la que seguramente irá también a Chile y Uruguay.

La actual gira papal significa también el regreso de Bergoglio a tierras latinoamericanas y a una Iglesia a la que reiteradamente reconoce como su referencia y fuente de inspiración, partiendo de que aquí fue donde desarrolló su vida como religioso y como pastor. Francisco suele hablar de sí mismo como “el Papa que llegó desde el Sur”.

“Quizás uno se anima a decir que ha escogido periferias emergentes en América latina. Llamar a Bolivia, Ecuador y Paraguay periferias emergentes es un signo de respeto y de señalación”, dijo el uruguayo Guzmán Carriquiry, vicepresidente y a la vez secretario de la Comisión Pontificia para América Latina (CAL). Carriquiry, un laico de larga trayectoria en el Vaticano, es una persona muy cercana a Bergoglio y será uno de los acompañantes del Papa en su gira sudamericana.

Hoy el Papa arribará a Quito y mañana seguirá a Guayaquil donde celebrará una misa en el Santuario de la Divina Misericordia y luego visitará un colegio. Mañana mismo Francisco regresará a la capital ecuatoriana para reunirse con el presidente Rafael Correa y asistir a una ceremonia en la ciudad quiteña. El martes presidirá una misa en el Parque del Bicentenario, tendrá un encuentro con representantes de la sociedad civil en la Universidad Católica y realizará una visita privada a una casa de los jesuitas. El miércoles 8, antes de partir, el Papa se reunirá con sacerdotes y visitará una casa de ancianos.

Ese mismo día, ya en Bolivia, el papa Bergoglio se reunirá primero con el presidente Evo Morales y luego seguirá camino a Santa Cruz de la Sierra, donde celebrará una misa en la Plaza de Cristo Redentor y tendrá un diálogo con sacerdotes. La ciudad santacruceña será el escenario de uno de los encuentros más significativos de esta etapa sudamericana de Bergoglio; respondiendo a una iniciativa de Evo Morales, Francisco participará en el Segundo Encuentro Mundial de Movimientos Populares, donde además hará uso de la palabra.

El viernes 10, el Papa irá a Asunción y se reunirá con el presidente Horacio Cartés. Allí lo esperarán también Cristina Fernández y, probablemente, los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff, y de Uruguay, Tabaré Vázquez. El domingo 11, Bergoglio regresará a Roma, tras presidir una misa en el Campo Grande de Ñu Guazú.

Poco antes de partir hacia América el papa Francisco envió un mensaje a los ciudadanos de los países que visitará. “Expreso a la querida población de Ecuador, Bolivia y Paraguay mi alegría de encontrarlos en su casa –dijo– y pido a ustedes rezar por mí y por este viaje para que la Virgen María nos dé la gracia de acompañarnos con su materna protección.” También pidió la bendición de Dios para “este viaje al continente de América latina, tan querido por mí, como pueden imaginar”.

Anticipándose a la llegada del Papa, el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, el obispo Fausto Trávez, afirmó que “estamos viviendo una situación especial en la política del país”, en directa referencia al clima de agitación política. “Nuestra preocupación es qué pasará”, tras lo cual agregó que “hemos pedido una y otra vez la calma, la tranquilidad, que depongamos todos las actitudes de unos en contra de otros”. También alentó a los ecuatorianos a no generar “agresión de ningún tipo: físico, psicológico o de palabra” porque el Papa “de lo único que no va a hablar es de política”, sentenció a modo de advertencia.

Días antes el vocero de la Conferencia Episcopal, David de la Torre, había dicho que “una de las cosas reprochables en estos días es, justamente, utilizar las palabras del santo padre como piedras que se tiran al adversario, porque las palabras del santo padre no pueden ser entendidas desde el punto de vista ideológico político”. El gobierno de Ecuador mandó construir grandes carteles y afiches con frases y reflexiones del papa Francisco acerca de la riqueza, la pobreza, la familia, del capitalismo. Este hecho motivó declaraciones de la oposición política contra Correa acusando al presidente ecuatoriano de “utilizar al Papa”. En una de las pancartas se puede leer “Si estamos demasiado apegadosa las riquezas, no somos libres. Somos esclavos”, seguida de la firma del Papa.

“Jamás vamos a politizar la visita del Papa. Otra cosa es que sus ideas y mensajes son profundamente políticos”, respondió Correa ante las acusaciones y agregó que “pusimos letreros, sin ningún símbolo de gobierno, con frases del Papa; otra cosa es que (a los opositores) no les gusten las frases”.

Si bien Francisco seguramente evitará toda referencia a la situación política interna de los países que visita, es indudable que el Papa utilizará las aproximadamente veinte alocuciones que pronunciará a razón de dos por día, para insistir en el contenido de sus dos encíclicas Evangelium gaudium y Laudatio si. En la primera Francisco hace una reflexión sobre la misión evangelizadora de la Iglesia y en la segunda una apelación al cuidado de la naturaleza, pero ambas están atravesadas por el llamado al compromiso de los cristianos y de todos los seres humanos con los pobres y los marginados del mundo, y por fuertes críticas al sistema capitalista y financiero que genera exclusión y dominación.

El portavoz del Vaticano, el sacerdote Federico Lombardi, anticipó que el Papa quiere alentar la “renovación de la vida social y política” en los países que visitará. En Paraguay varios grupos indígenas y organizaciones sociales preparan protestas con el argumento de que no se le mostrará al Papa “el Paraguay real”. Eladio Flecha, secretario general del Partido Paraguay Pyahura, dijo que “estamos preocupados porque ante el acontecimiento importante que es para nuestro país la venida del Papa, se le muestre otro Paraguay, no el Paraguay real: el Paraguay de los desocupados, de los sin tierra, de los sin techo... El Paraguay sin salud, de los transgénicos, el Paraguay con el medio ambiente envenenado”.

Tanto en Bolivia como en Paraguay se espera la presencia masiva de argentinos que traspasarán las fronteras para ver al Papa que sólo llegará hasta su país natal el año próximo.

Francisco regresará a América en septiembre. Primero a Cuba y luego a Estados Unidos, países a los que la diplomacia vaticana conducida por Bergoglio ayudó a restablecer relaciones diplomáticas. El gobierno de Cuba se ha mostrado sumamente agradecido con Francisco por las gestiones que promovieron el acercamiento y ahora intenta capitalizar a su favor la próxima visita de Francisco. En Estados Unidos el Papa visitará también la sede de Naciones Unidas donde hará uso de la palabra y en esa oportunidad se espera que pronuncie un discurso de fuerte contenido social, con referencias a la situación de la sociedad global tomando también conceptos emitidos en sus últimas encíclicas.