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La guerrilla colombiana de las FARC cargó ayer verbalmente contra los nuevos congresistas elegidos el domingo, en su mayoría alineados al candidato presidencial el disidente liberal Alvaro Uribe Vélez, quien cuenta con un 60 por ciento de intención de votos para las presidenciales de mayo. Las FARC señalaron que el Congreso tiene un “espíritu paramilitar y corrupto”, con “ideas fascistas”, e hicieron estallar un coche-bomba en un antiguo puesto militar en Puerto Lleras, que dejó cinco muertos y 10 heridos. Del otro polo, la ultraderecha paramilitar reconoció con entusiasmo a los nuevos parlamentarios, pues más del 35 por ciento son próximos a la línea de su organización. Mientras tanto, el proceso electoral se cobró su primera baja con la renuncia del candidato conservador (oficialista) José Camilo Restrepo, a participar en las elecciones, debido a la debacle sufrida por su partido en las parlamentarias.
Las expresiones antagónicas de los guerrilleros y los paramilitares subrayaron la polarización en Colombia evidenciada tras los comicios legislativos para elegir a 102 senadores y 166 diputados de la Cámara baja del pasado domingo 10 de marzo. Según la principal guerrilla colombiana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayoría de los nuevos legisladores comulga con “las ideas fascistas” del candidato presidencial ex liberal y ahora independiente Alvaro Uribe Vélez, gran favorito en las encuestas para triunfar en las elecciones del próximo 26 de mayo y que ha sido vinculado reiteradas veces con los paramilitares. “Con la excepción de unos pocos, realmente muy pocos, el Parlamento colombiano ratificó su espíritu paramilitar y su compromiso con la corrupción, el narcotráfico y el clientelismo”, señaló un comunicado emitido por los guerrillero por la web, a través de la agencia de noticias Anncol, que difunde información de las FARC. En el mismo, las FARC señalaron que “una vez más el pueblo colombiano pierde con la elección de unos candidatos del bipartidismo (conservador y liberal) al servicio de las ideas fascistas del señor Uribe”. Alvaro Uribe, disidente del Partido Liberal, dijo que al menos 27 senadores de los 102 que componen la Cámara alta, que antes militaron en las dos partidos tradicionales del país, apoyarán su candidatura presidencial. Las FARC afirmaron que los nuevos congresistas fueron elegidos “con una abstención de más del 60 por ciento (en realidad fue del 57) y con una clientela electoral que les garantiza cada cuatro años seis millones de votos amarrados por los puestos públicos y las presiones del Ejército paramilitar de turno”.
La arremetida de las FARC contra el Congreso se conoció un día después de que los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) dijeran haber obtenido un “éxito” en los comicios y conseguido que más de la tercera parte de los candidatos que son próximos a sus ideas resultaran electos. “Podemos afirmar con los datos a la mano que la meta original del 35 por ciento ha sido largamente superada y constituye un hito en la historia de las AUC”, aseguró el jefe militar de esa organización, Salvatore Mancuso, en un comunicado difundido el lunes y titulado “Ante el triunfo de la democracia y el éxito de nuestros candidatos”. Mancuso enfatizó que “nadie debe sentir el más mínimo temor ante este primer triunfo electoral de las AUC. Somos conscientes de lo mucho que nos queda todavía por aprender y consolidar en este campo de lo político, donde ya hemos dado, en esta campaña para el Congreso, nuestros primeros pasos”. El jefe paramilitar había indicado a principios de marzo, desde algún lugar del norte de Colombia, que las AUC aspiraban a tener en el Congreso un 30 por ciento de los legisladores afines a su ideario, es decir 90 parlamentarios.