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Parado sobre la valla que dividirá pasado y futuro

El premier Ariel Sharon anunció que Israel no parará sino que acelerará la construcción del muro en Cisjordania, pese a la oposición internacional, incluso de Estados Unidos. Además, Sharon volvió a criticar los “Acuerdos de Ginebra”, un plan de paz alternativo.

Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén

La construcción del muro no sólo no se parará sino que además irá más rápido, afirmó ayer Ariel Sharon. Con este anuncio, el primer ministro israelí contradijo a Estados Unidos que veinticuatro horas antes había decidido reducir en 300 millones de dólares su ayuda indirecta a Israel como castigo por el levantamiento de esta “valla defensiva de seguridad” que cuenta ya con más de 180 kilómetros de longitud y que amenaza con asediar a los 2 millones de palestinos que viven en Cisjordania. El premier también atacó la llamada “Iniciativa de Ginebra” -que pacifistas israelíes y palestinos firmarán el lunes- como “más peligrosa que los acuerdos de Oslo”, pero dijo que Israel deberá ceder tierras a los palestinos.
“Hoy aceleraremos la construcción de la valla y no la pararemos porque es vital para la seguridad del Estado”, aseguró Sharon a los directores de la prensa israelí con los que se reunió ayer el mediodía en su cuartel general de Tel Aviv. El primer ministro reconoció ante este auditorio la existencia de discrepancias con Estados Unidos, pero anunció que las críticas de la Casa Blanca no lo obligarían a cambiar de rumbo su política ni a ceder en este punto, ya que está en juego la “seguridad de Israel y de sus habitantes”. Sharon trató de minimizar los riesgos de un enfrentamiento con su aliado vital y añadió en tono displicente que todo estaba calculado y estudiado, y que incluso “hay un acuerdo (con Washington) sobre la manera de estar en desacuerdo. Siempre ha habido puntos de divergencia con Estados Unidos. Incluso se han opuesto a la creación de asentamientos judíos en Judea y Samaria”.
El primer ministro lanzó también en esta misma reunión una seria advertencia a la Autoridad Palestina y al nuevo jefe de gobierno, Ahmed Qureia, quien en los últimos días se ha venido mostrando reticente a celebrar su primera reunión cumbre con Sharon y la ha condicionado a una serie de medidas unilaterales, entre las que ha incluido la paralización de las obras del muro de separación. “Les digo a los palestinos que disponen de un tiempo limitado y que nuestra paciencia tiene también un límite. Los palestinos deberían haber comprendido ya que lo que no han obtenido hoy no podrán quizás obtenerlo mañana. Y se puede así llegar a la conclusión de que no hay ninguna razón para esperar uno y otro gobierno palestino y que entonces acabe adoptando medidas unilaterales”, añadió concluyente Sharon. Pero, paralelamente a estas declaraciones, Omri Sharon, uno de los hijos del primer ministro, y el general Jibril Rajub, jefe de seguridad palestina, se reunían a puertas cerradas en Londres. Y el premier palestino dijo ayer que a comienzos de la próxima semana se reunirán su jefe de gabinete con su par israelí, como paso previo a la cumbre con Sharon.
Este, por último, criticó de manera agria los Acuerdos de Ginebra, que serán firmados solemnemente por representantes del frente pacifista israelí y palestino el próximo lunes 1º de diciembre en una reunión cumbre en Suiza a la que asistirán personalidades de todo el mundo, incluido el ex presidente Jimmy Carter y con la que se intentará relanzar el proceso de diálogo en la región. Esta iniciativa fue calificada por el primer ministro israelí de “enojosa y embarazosa para Israel” y aseguró que es “un error dar tal espectáculo”, ya que entre otros problemas podría “comprometer la aplicación de la Hoja de Ruta”, el plan de paz de Estados Unidos.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo ayer que Estados Unidos iba a lanzar en breve una gran ofensiva respaldando el plan de paz establecido en la Hoja de Ruta, en el que se contempla la proclamación de un Estado de Palestina a finales del año 2005. El responsable de la Cancillería estadounidense declaró que “no trataremos con Arafat sobre la base oficial por la sencilla razón de que no creemos que él sea un socio responsable para la paz”. Powell, en estas declaraciones efectuadas a la radio pública norteamericana, acogió al mismo tiempo de manera favorable las dos iniciativas de pacificación diseñadas por la izquierda israelí y los moderados palestinos, que han sido bautizadas como la Voz del Pueblo y los Acuerdos de Ginebra. “Saludamos las dos iniciativas, pero no son más que ideas que no representan más que las posiciones de sus autores”, finalizó el secretario de Estado.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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El premier israelí Ariel Sharon (centro) junto a su ministro de Defensa, Shaul Mofaz (der.).
 
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